NBA | LAKERS 122 - HAWKS 101

"Una nueva era": los Lakers, líderes de la NBA 9 años después

Los angelinos se imponen a los Hawks y consiguen el mejor récord de la competición por primera vez desde la 2010-11; Kobe, testigo de lujo, se abrazó a LeBron... y a Howard.

0

Todo estaba preparado para empezar las hostilidades en el Staples Center. Los jugadores estaban a punto de salir a calentar. Pero antes de ellos, salió una figura muy conocida en Los Ángeles: Kobe Bryant. El legendario ex jugador volvía para ver al equipo en el que militó durante 20 temporadas junto a su hija mayor, Natalia, para ver el encuentro en primera fila y ser saludado por todos. Primero por Dwight Howard, que saltaba a la pista a calentar de los primeros y se paraba a saludar al que fue su compañero durante la temporada 2012-13, el principio del fin para el pívot y los Lakers. Poco parece quedar de aquello. Ambos se saludaron amistosamente y el center dio su versión de los hechos al concluir el partido: "No importa lo que pasara. Estamos todos con vibraciones positivas. Es una nueva era".

Y desde luego, lo parece. Al menos es lo que quiere la glamurosa franquicia de Hollywood, que se pone en lo más alto de la NBA por primera vez desde 2010, cuando a principios de temporada tuvo el mejor récord de la competición al tener un inicio arrollador de 8 victorias consecutivas que luego se transformó en un 13-2. Esa campaña, la última de Phil Jackson en los banquillos, no acabó bien: derrota en segunda ronda ante los Mavericks (4-0) y adiós al three peat. Sin embargo, los Lakers no volvieron a lo más alto desde entonces en temporada regular. Fue la última muestra de dominio de un equipo que venía de conquistar dos anillos y que se desangraría en los años siguientes con Mike Brown, Mike D'Antoni y definitivamente Byron Scott en unos años que sirvieron más para despedir a Kobe que para reconstruir. El fin de una era, una caída que empezó en la 2010-11, se confirmó en la 2012-13 y tuvo sus amargas consecuencias en los años siguientes. Hoy, casi una década después de ese amargo final que supuso un punto y aparte, los de púrpura y oro intentan volver a lo más alto, el lugar en el que tradicionalmente han estado.

Ante los Hawks, de nuevo se mostraron superiores y ganaron un partido que merecieron y que controlaron. El inicio dio buena muestra de los que fue el encuentro: 13-2 nada más empezar que se convirtió en un 21-4 primero, un 26-5 después y finalmente un 30-6 antes de que Atlanta se diera cuenta de que había empezado el partido. El joven equipo que lidera Trae Young venía de perder (y recibir 150 puntos) ante los Clippers. Domingo de back to back viniendo de una derrota y con noche libre en Los Ángeles... un conglomerado de factores que no suelen acabar bien para los equipos visitantes. Y los ayer rivales de los Lakers no fueron una excepción.

Al final del primer cuarto el resultado era de 36-24, pero peor fue cuando concluyó el segundo: 69-41. Una exhibición local en ataque y en defensa que maniató a los visitantes y dejó a los californianos con el partido prácticamente sentenciado. La tímida reacción de los Hawks en el tercer cuarto (36-27, único parcial que ganaron) no fue suficiente ante el poderío laker, que voló hacia su undécima victoria consecutiva, se pone 11-2 y, derrota de los Celtics mediante, se pone (repetimos) con el mejor récord de la NBA.

LeBron, que en el descanso llevaba 17 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias acabó con 33+7+12, un 13 de 21 en tiros de campo y un 6 de 10 en triples. Y 0 pérdidas. En total, +30 con él en pista para un jugador que se reinventa de playmaker, defiende como pocas veces en su carrera y está en 25 puntos, 7 rebotes y más de 11 asistencias (líder de la Liga en este apartado) con 35 años de edad. Casi nada para una estrella que sigue intratable y que parece no tener techo a pesar de la edad. El Rey rindió homenaje a Kobe en redes y le saludó durante el partido, una imagen muy comentada y que para algunos es el relevo que le da la última cara de la franquicia a la nueva... que por muy mayor que sea sigue siendo el líder indiscutible allá dónde pasa. Recoger el legado de la Mamba será la próxima misión de un hombre cuya leyenda ya es inabarcable.

Esa nueva cara que quieren que en el futuro sea Anthony Davis. El ex de los Pelicans empezó bien la temporada, pero ha perdido ritmo en los últimos partidos y, más allá de las molestias en el hombro (no se conoce el alcance real de esta lesión) no está cuajando sus mejores actuaciones. Hoy se quedó en 14 puntos y 5 asistencias... con solo 1 rebote. Algo inusual para un baloncestista que promedia 10,5 en su carrera deportiva y que no se ha bajado de los 11 en las dos últimas campañas. Eso sí, volvió a destacar en la faceta taponadora (5 chapas) y sigue siendo el mejor de la NBA en esta categoría.

Los que sí cuajaron un gran partido fueron la intendencia laker: Kuzma se fue a los 17 puntos saltando desde en banquillo, Green metió 11, Caldwell-Pope 13 y Caruso, que sigue siendo un seguro en defensa para Vogel, funcionó esta vez también en ataque y se fue a los 11. También buenos minutos para las dudas de los Lakers, representadas en las figuras de Rondo y Howard, dos egos no siempre fáciles de controlar pero que parecen conectados con el Staples y, más importante aún, con sus compañeros: el base se fue a los 15 tantos (3 asistencias) y se recuperó de la floja actuación ante los Kings, mientras que el pívot volvió a rentabilizar su tiempo en pista (24 minutos) y aunque solo anotó 2 puntos, atrapó 9 rebotes (el tope de los suyos) y puso 3 tapones... con un +18 con él en pista. Buenos números para el protagonista de la que puede ser una de las mayores historias de redención de la temporada... una película que le viene como anillo al dedo a Hollywood, desde luego.

Los Lakers prometen. De momento es solo eso, una promesa, pero desde luego tiene fundamentos para convertirse en algo más. La defensa fue otra vez la clave de un partido resuelto en ataque por rápidas transiciones, acierto exterior y LeBron. Los angelinos siguen siendo un seguro bajo su canasta, dejaron a los Hawks en 101 puntos y solo Trae (31, con 7 asistencias) consiguió abrir hueco en un equipo que igualó su récord en tapones (14, logrado en 2002), que atrapó 43 rebotes y que sigue siendo el tercer equipo que menos puntos recibe de la Liga solo por detrás de Jazz y Magic. Casi nada para la franquicia de púrpura y oro, que, con Kobe de testigo, quiere volver a conquistar la NBA. Todavía queda para eso pero, de momento, ahí están. En lo más alto. Nueve años después.