Este lunes, 21 de octubre, era la fecha límite para que aquellas franquicias interesadas ofrecieran una extensión a sus jugadores de tercer año, cuyo contrato rookie finalizará el próximo verano. Las pretensiones de muchos de ellos eran altas, de ahí que varios equipos no haya oficializado sus renovaciones hasta última hora. Entre los nombres que más sonaban para firmar estas extensiones por un montante de millones alto estaban Buddy Hield, Jaylen Brown o Domantas Sabonis. Finalmente, los tres jugadores, con mayor o menor dificultad, han llegado a un acuerdo para alargar su vínculo con el equipo en el que juegan. 

Jaylen Brown, el escolta de los Celtics, ha sido el mayor beneficiado económicamente de los tres: cobrará un total de 115 millones de dólares por cuatro temporadas a partir del año que viene. Una cifra bastante importante, teniendo en cuenta que el jugador aún no ha sido capaz de mostrar el potencial que prometía y que el curso pasado ni siquiera era habitual en el quinteto inicial (25 de 74 partidos). Como dato, destacar que la extensión que firmará el escolta será la primera extensión de rookie que firman los Celtics con Danny Ainge como manager general desde 2009, año en el que renovaron a Rajon Rondo.

Por otro lado está el hijo de Arvydas Sabonis, que cumplió un papel más que notable en la rotación de los Pacers. Llegó a estar en las quinielas para el premio a mejor sexto hombre. En los últimos días llegó a sonar la opción de utilizarle como moneda de cambio por otro jugador, pero finalmente el lituano ampliará su vínculo con la franquicia de Indiana por 77 millones garantizados y cuatro temporadas, que podrían llegar a ser 85 si cumple con los bonus requeridos por la franquicia en la nueva firma, según matiza Greg Lawrence (ESPN).

La operación de Buddy Hield, la más compleja

La primera de las tres firmas en anunciarse a lo largo de la tarde, y no por ello la más fácil, fue la de Buddy Hield con los Sacramento Kings. Al igual que Sabonis y Brown, el jugador podía convertirse el próximo verano en agente libre restringido siempre y cuando su equipo no le ofreciera una extensión en el día de hoy. Finalmente, y según adelantó Sam Amick (The Athletic), las negociaciones llegaron a buen puerto.  

No obstante, el camino que estaba tomando esta relación no era del todo bueno hace unos días. Los Kings le ofrecieron inicialmente 90 millones por cuatro temporadas, cifra que el jugador consideró, literalmente, una falta de respeto: "La oferta que me han hecho me parece un insulto, creo que merezco más dinero". Tras hacerse públicas estas declaraciones, varios medios filtraron que Hield esperaba conseguir un contrato de 110 millones. Ni para ti ni para mí, optaron los Kings. 

Finalmente, el jugador se asegura un contrato de 86 millones por cuatro años más 20 posibles en bonus por objetivos. Según ha matizado tanto Amick como Adrian Wojnarowski (ESPN), muchas de esas bonificaciones son bastante accesibles para el jugador, como el hecho de que aparezca en la lista de los diez máximos anotadores de triples: el curso pasado fue el cuarto que más metió (278) tras Curry, Harden y George. Además es el primer jugador en la historia con más de 600 triples en sus primeras temporadas. 

En el caso de igualar los guarismos y mantener ese nivel y crecimiento constante, podría garantizarse un sueldo base de 94 millones de dólares. Los 12 restantes del tope a lo que puede aspirar conllevan superar retos más complicados, como el hecho de que los Kings consigan plaza en los playoffs. Son el equipo que más tiempo lleva sin jugarlos: desde 2006.

El problema de China, posible motivo de la renovación de Hield

Aunque aún no se están sintiendo las consecuencias, las pérdidas económicas que le supondría a la NBA en el caso de romper sus relaciones, por ahora muy tocadas, con el mercado chino, influirían enormemente en el límite salarial de todas las franquicias de la liga: podría disminuir hasta un 15% a partir del próximo curso.

Los jugadores, que pueden salir damnificados económicamente en un futuro, también hablan entre ellos de este problema y muchos, con la idea de que pueden aspiran a algo mejor, temen rechazar una cifra que ya de por sí sería difícil igualar el próximo curso si los equipos cuentan con este hándicap. Ese es uno de los principales motivos por el cual Hield ha podido aceptar esta extensión. Por otro lado, otro miedo que persigue a estos proyectos de estrella son las lesiones. Rechazar un contrato cuantioso y verse sumido en el pozo por una lesión grave hace que muchos quieran asegurarse una buena cifra a medio largo plazo. Las situaciones que han vivido jugadores como DeMarcus Cousins o Isaiah Thomas son un ejemplo al que no querrían seguir.