El Kirolbet Baskonia viajó con un día de antelación a Estambul. Cogió un avión de vuelo regular el martes desde Bilbao y, cuando llegue el momento del partido, habrá realizado ya tres entrenamientos en el Ulker Sport Arena. Quizás en Turquía (Perasovic entrenó en dos etapas diferentes al Anadolu Efes), el equipo pueda sentirse más centrado para romper con la mala racha de tres derrotas consecutivas: Unicaja y Bilbao en la Liga Endesa y Khimki en la Euroliga. En todos los casos han sido finales cerrados que han salido cruz. Pero es obvio que hay problemas en materia de bases (muchas pérdidas) y de juego interior (concesión de demasiados rebotes ofensivos a los rivales).

Vildoza es duda porque sufrió un esguince de hombro en Moscú y hasta última hora no se tomará una decisión con él. Por si acaso, ha viajado el joven Lautaro López ya que la opción de que Janning ejerza de base como en Bilbao no parece la más apropiada. Henry está solo en esa labor y no puede estar todos los días jugando más de 30 minutos. Stauskas estaba en la expedición baskonista pero también es duda por una tendinopatía.

El Fenerbahçe tampoco está para tirar cohetes, ya que ha perdido sus dos partidos en la Euroliga, aunque también es cierto que lleva un pleno favorable en la competición turca. Joffrey Lauvergne sigue de baja desde febrero y Vesely es duda ya que Obradovic, por ejemplo, lo paró el fin de semana en el torneo doméstico. Las dos derrotas europeas tienen su pequeña excusa porque fueron ante el Real Madrid y el Estrella Roja en sendos desplazamientos. Lo que preocupa a los técnicos del conjunto otomano es que no se está haciendo un buen baloncesto. Fenerbahçe, en cualquier caso, estará entre los mejores a final de la temporada sin lugar a dudas. De lo contrario, sería una auténtica hecatombe.