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Fiebre con el gigante Tacko Fall: ¡54% más de audiencia con él!

El público de los Celtics, entregado al senegalés de 2,26. "Todo el mundo lo quiere, hasta mis hijos quieren que juegue", asegura Brad Stevens.

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Fiebre con el gigante Tacko Fall: ¡54% más de audiencia con él!
Greg M. Cooper USA TODAY Sports

Los Celtics estrenaron la pretemporada con triunfo ante los Hornets (107-106). Debutó Kemba Walker, dejó muy buenas sensaciones Jayson Tatum y enseñó su ritmo eléctrico el base rookie Carsen Edwards, que mide 1,80... por los 2,26 de Tacko Fall. Edwards, que maravilló en Purdue, tiene 21 años, fue número 33 del draft y se estrenó en el Garden con 11 puntos en 18 minutos. Fall tiene 23, no fue drafteado y apenas jugó ocho minutos en su primer partido NBA. Anotó 5 puntos, cogió 3 rebotes, puso 2 tapones... y vivió en primera persona la fiebre que le rodea, convertido en un jugador de culto por su extraordinaria altura y un carácter afable con el que se gana a todo el que trata con él.

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Durante todo el partido, los aficionados cantaron “We want Tacko” (queremos a Tacko) y cuando este entró en cancha en el último cuarto no solo se desató la locura en el pabellón... sino también en las casas de los aficionados de los Celtics. NBC Sports Boston, que estaba emitiendo el partido, vio como las audiencias subían un 54% en el momento en el que el senegalés pisó la pista por primera vez con la legendaria camiseta verde.

Su entrenador, Brad Stevens, reconoció que no es inmune a todo lo que rodea al gigante Fall: “Es un chico tan extraordinario que esto le hace sentirse un poco incómodo por mí. No quiere que la aclamación del público me suponga una presión extra. Pero es que todo el mundo quiere a Tacko. Mis hijos están igual, todo el mundo... Y creo que es algo genial. Lo que quiero es que por lo que le quiera todo el mundo sea por lo gran persona que es y lo duro que trabaja para ganarse un sitio en la NBA”. Después del partido, Kemba Walker también habló de su nuevo y tan particular compañero: “Es genial. En cuanto el entrenador le llamó para que entrara, la ovación fue increíble. Y todos en el banquillo nos sumamos. Estamos tan felices por él... lo mejor es lo increíblemente buena persona que es. Es un chico excelente, divertido, es genial estar con él. Y trabaja muy duro. Se merece toda la atención que está recibiendo. Me hace muy feliz que así sea”.

Y él, con los pies en la tierra, por ahora lo lleva todo de maravilla: “Ya estoy acostumbrado a acaparar tanta atención. Mi trabajo es salir a la pista y hacerlo lo mejor posible. Y no decepcionar a toda esa gente. ¿Presión extra? Para nada, es como estar viviendo un sueño. Estoy en el Garden de Boston, jugando con la camiseta de los Celtics... Nada de presión, se trata de salir a jugar y divertirse”.

Fall todavía no tiene garantizado su puesto en el roster de los Celtics 2019-20 y es, de hecho, uno de los cinco jugadores que pelea por un puesto en la plantilla final. Incluso si finalmente entra en el grupo, podría pasar buena parte de la próxima temporada en Portland, con el equipo afiliado a los Celtics de la G-League, Manie Red Claws. Pero verse en la situación que está ahora ya es mucho para un jugador que hace apenas un par de años parecía muy lejos de tener una oportunidad real de jugar en la NBA pero que despegó en su cuarta y última temporada en College con UCF.