Mumbrú, uno de los jugadores emblemáticos de la ACB, inicia el miércoles su andadura en la élite como entrenador, tras pasar por la universidad de la LEB Oro. Llegó a la capital vizcaína en una época en la que el dinero se salía por las orejas de jugadores y técnicos, y ahora pisa un camino mucho más pedregoso. Él mismo sabe que su época de vino y rosas como campeón del mundo como jugador es pasado, de nada le sirve en el día a día de este curso. Tiene un bloque muy modesto, en gran parte con los que ascendieron hace unos meses, y la meta es buscar a dos peores que se sitúen por debajo. Él mismo lo ve claro: "Este Bilbao Basket no es el de hace tres años, cuando veníamos de jugar la Eurocup, sino el que viene de la temporada pasada, el que jugó en LEB". No obstante, considera que la Liga Endesa es "la liga en la que merece estar" su equipo y que en este año a Miribilla le "toca disfrutar" de nuevo viendo a los 'hombres de negro' midiéndose otra vez en casa a rivales como "el Madrid, el Barça, el Valencia ...". Es decir, a los grandes de la ACB. 

Pero tampoco es cuestión de ir de pobres por la vida. Se trata de tener orgullo y ambición. "Lo que quiero es empezar bien, hacer buen partido en Tenerife, que estemos como queremos estar y ser competitivos todo el año", ha explicado en la jornada de puertas abiertas ante los medios, en La Casilla, un pabellón histórico donde se ha gestado gran parte del baloncesto que ha vivido una ciudad tan vinculada al mundo de la canasta. 

"Tenemos ganas de que empiece todo y llegamos bien, aunque, como todos los equipos, con muchas cosas cogidas con pinzas todavía", explicó un Mumbrú que ha tenido estas semanas de preparación a dos temporeros veteranísimos, Van Lache y Doblas, ante las ausencias de los lesionados Sulejmanovic y Rigo, y la de Balvin por jugar el Mundial con Chequia. "Balvin llega bien de ritmo, pero tendrá días de bajón y 'Sule' viajará a Tenerife pero no sabemos todavía si jugará", refrendó un Mumbrú que se mide a Vidorreta, su exentrenador, en esta puesta de largo.

Es momento de hacer balance de lo que ha supuesto estas semanas de mucha carga de trabajo.  "Me gusta el margen de mejora, en cada partido hemos dado un poco más. Y lo que aún me gustaría mejorar es que todavía no han entrenados todos juntos", pone en una balanza como lo que más le reconforta y lo que aún le absorbe mucho tiempo por preocupaciones. De cara al debut del miércoles cree que se medirán a un rival muy reforzado. "Es un equipazo hecho para estar arriba, que ha fichado mucho y todo estrellas, por así decirlo. Un equipo compensado en todas las posiciones", valoró. .