Toronto se va de fiesta. Ya la suelen montar durante los playoffs sea el partido que sea, pero en esta ocasión hay una razón y de mucho peso: los Raptors se han clasificado para las Finales de la NBA por primera vez en la historia y serán los encargados de intentar evitar que los Warriors ganen su tercer Anillo seguido y el cuarto en cinco años. Casi nada (ambas).

Los Raptors de Marc Gasol y Serge Ibaka, importantes en la eliminatoria en distintas fases, y de Sergio Scariolo, el seleccionador que también entrena -como asistente- en la franquicia canadiense, volverán a representar a España como estandartes de la NBA. En este caso, en unas Finales que sólo conoce Ibaka (en 2012, con los Thunder, perdió ante los Heat).

Para ello el equipo de Toronto ha tenido que ganar al mejor equipo de la fase regular, Milwaukee Bucks. La victoria en el quinto partido fuera de casa dejó a punto la clasificación, que se certificó anoche en el ScotiaBank Arena por 100-94.

Y qué partido. Digno final a una eliminatoria muy pareja que dignifica el año en el Este, con cinco equipos a un mismo nivel que ha puesto a la conferencia en uno más alto del que estaba. Los Bucks lo tuvieron, pero pecaron de inexperiencia y de falta de recursos en los momentos calientes. Kawhi Leonard llegó para decidir y decidió: 27 puntos, 17 rebotes y 7 asistencias en el día que su equipo le necesitaba.

Budenholzer volvió a ser pillo jugando con la rotación. Un 0-8 de parcial que rompió un triple de Lowry fue continuado, ya con Connaughton, Hill e Ilyasova en pista, por un 2-17 para llegar al segundo cuarto con parte de los deberes hechos. Estaban jugando a lo suyo, a circular y ser tremendamente efectivos sabiendo también hacia dónde llevar su defensa. Pero había fallas. Los Raptors tiraron del acierto de sus mejores hombres, Leonard y Siakam, sí, pero también de una pareja de bases (Lowry/VanVleet) a la que junta su rival no ha sabido defender en los últimos partidos. De los quince de desventaja se pasó a los dos en el minuto 24.

Milwaukee, sin embargo, seguía estando por delante. Acciones más individuales que colectivas, pan para hoy y hambre para mañana. Antetokounmpo, con un par de triples, y Middleton, forzando mucho porque puede, tiraron del carro para que la diferencia volviese a dejar exhalando al pabellón del Gran Norte Blanco. 14 de ventaja, de nuevo, para los visitantes: era el minuto 32 (58-72). Leonard anotó tres seguidas, dio una asistencia y sacó tres tiros, pero se fue al banquillo justo cuando su equipo logró, con un enorme Fred VanVleet y un matazo de Serge Ibaka ponerse por delante (80-78) por primera vez desde el primer cuarto.

Anteto tuvo que ponerse el mono de trabajo porque se les estaba yendo. A mitad del último periodo habían anotado una canasta de campo por el 7/9 que llevaba su contrario. Dos triples desde la esquina derecha, uno de Gasol y otro de Leonard, era lo que mantenía a Toronto por encima. En los últimos tres minutos, con los Bucks en la pomada, se vio el blancazo: no tenían plan B, jugaron dos malos ataques y Siakam y Leonard sentenciaron desde los tiros libres.