Los Toronto Raptors han conseguido levantarse del suelo cuando muchos empezaban a darles por sentenciados. Después de desaprovechar una gran oportunidad en el primer partido y ser barridos en el segundo, han hecho bueno el jugar de local ganando los dos partidos en casa y poniendo la serie empatada de nuevo. Es un nuevo comienzo, como si nada hubiera pasado. Empezar de cero con sólo tres partidos por delante, veremos si sólo dos.

A diferencia de hace dos días, cuando los Raptors necesitaron dos prórrogas para derrotar a unos Bucks bastante flojos, esta vez han mostrado su mejor versión. Y todo ello sin contar con un Kawhi Leonard determinante. El alero ha hecho un buen partido, es casi imposible que no lo haga. Pero no ha estado al nivel estratosférico que acostumbra en estos playoffs. Se quedó en 19 puntos, 7 rebotes, 4 robos y 2 tapones. Sus 13 lanzamientos son su segunda marca más baja de estas eliminatorias. Fue el segundo que más tiró del equipo, pero con otros tres compañeros prácticamente en los mismos guarismos. Los Raptors menos dependientes de Kawhi que se recuerdan, sobre todo ante un rival de esta importancia. Buenas noticias para Toronto.

El partido comenzó con un Giannis muy agresivo que en seguida comenzó a dominar en ambos lados de la cancha y puso a los suyos por delante. Pero los Raptors tenían un plan y no se iban a desviar de él. Presión asfixiante y dobles coberturas sobre el griego, a costa muchas veces de dejar sólo a Eric Bledsoe. Está lanzando con un 13,8% de acierto (4/29) desde más de un metro y medio de la canasta. Así que la mínima ventaja que cogieron los visitantes en el primer cuarto se esfumó en un visto y no visto. Con un Kyle Lowry en su mejor versión posible en playoffs, siendo el jugador decisivo que no siempre es. 25 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias para él.

Pero si hay dos claves que destacar de los Raptors en este partido fueron Marc Gasol y el banquillo. El pívot español jugó mal los dos primeros partidos y fue señalado por ello. Pero en estos dos últimos ha remontado el vuelo hasta ser un jugador capital. 17+5+7 y 2 tapones, y volviendo a mandar en una defensa que esta vez sí, secó casi todas las vías de ataque del rival. Excepto Khris Middleton (30+6+7) el resto de jugadores estuvieron desaparecidos. Especialmente Malcolm Brogdon, que desde su nuevo rol de suplente estaba siendo una pesadilla para los canadienses. Con un 63,4% en tiro real y un +36 con él en pista, los Raptors tenían un verdadero problema. Anoche se quedó en un 4+5+3 en 27 minutos, fallando 9 de sus 11 tiros y los 3 triples que intentó.

La otra clave para los locales fue el banquillo. Entre ellos Ibaka, que está jugando unos playoffs irregulares pero que cuando consigue ser protagonista su equipo sube muchos enteros. Esta vez fueron 17 puntos y 13 rebotes. También estuvo bien VanVleet (13 y 6 asistencias). Pero el gran protagonista de los suplentes fue Norman Powell, con 18 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias en 32 minutos. Mañana por la noche la serie volverá a Milwaukee, donde hace nada lo veían todo de cara y ahora seguro que habrán surgido algunas dudas. Veremos si las suficientes para que los Raptors den la campanada de ganar fuera y poner la eliminatoria realmente patas arriba.