El acierto del Gran Canaria desde la línea de 3 puntos -14 triples, 8 al descanso - destrozó al Monbus Obradoiro (82-96), que fue víctima de sus nervios y su desacierto en la finalización, en un partido que quedó sentenciado en el inicio del último cuarto cuando su rival, liderado por los americanos Jacob Wiley y Clevin Hannan, se puso 17 arriba.

La diferencia de acierto entre unos y otros desde la línea de 6,75 metros fue la clave del choque. Obradoiro llegó al descanso con un pobre 27 por ciento de acierto (4/15), mientras que los canarios superaron el 60 (8/13).

Siempre dominaron los de Pablo Martínez salvo en el 4-3 del inicio. Strawberry y Hannah dieron la primera ventaja a su equipo (4-9, min.3) y Kim Tillie lo disparó hasta que una falta técnica a Moncho Fernández, por invadir la pista para protestar una clara falta sobre Brodzianski, reactivó al Obradoiro.

Los gallegos, con una notable mejoría defensiva, firmaron un brillante segundo cuarto para dejar su desventaja en cinco puntos al descanso (41-46). Pero otra vez el acierto exterior del Gran Canaria en el tercer cuarto le hizo daño. Los nervios aparecieron en el equipo santiagués, con fallos bajo aro poco habituales.

Con un triple de Oriol Paulí, el décimo de su equipo hasta ese momento, el Gran Canaria pegó el estirón definitivo (47-59) a falta de poco más de seis minutos para alcanzar el último cuarto. A partir de ahí, los canarios administraron su ventaja ante un Obradoiro que siguió luchando pero nunca inquietó.