El Barcelona ha vuelto a repetir su historia. Lleva desde 2014 sin catar una Final Four de la Euroliga, una muy mala racha teniendo en cuenta que venía de una muy buena (Euroliga, incluida; 2010) en los años anteriores. La derrota en Estambul ante Anadolu Efes no es más que la constatación de que estos partidos a vida o muerte en la máxima competición continental no se le dan excesivamente bien. En este periodo de sequía de cinco años desde que perdieran con enorme estrépito en la semifinal de Milán ante el Real Madrid (62-100) ha habido un precedente que iguala el de hoy en el Sinan Erdem de la ciudad otomana.

En 2016, con Xavi Pascual al mando en uno de sus últimos partidos antes de que no le renovaran, el Barcelona también rozó la fase final de la Euroliga. Fue en Rusia y en un quinto partido de cuartos de final. Perdió contra Lokomotiv Kuban (81-67) y se quedó a las puertas. En ese equipo ruso, que cayó en la semifinal ante un CSKA que después se convertiría en campeón, jugaban dos de los militantes en la plantilla culé de hoy: Víctor Claver y Chris Singleton (además de otros conocidos como el baskonista Matt Janning o el madridista Anthony Randolph). De aquel Barça sólo quedan en el equipo Ante Tomic y Pau Ribas.

Aquel año ocurrieron otras dos situaciones curiosas: Georgios Bartzokas entrenaba a aquel Lokomotiv ante de irse... al Barcelona; Velimir Perasovic hizo al Baskonia el único representante español antes de irse... al Efes.