NBA

Ricky Rubio se enfrenta a otro verano clave: todas sus opciones

El base de El Masnou será agente libre cuando llegue el mes de julio, una opción por la que todavía no ha pasado durante su carrera en la NBA.

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La temporada de los Jazz se ha acabado esta madrugada con la derrota en los Playoffs 2019 a manos de los Rockets, el mismo equipo que les eliminó el año pasado. Esto supone que empiezan las vacaciones para Ricky Rubio, que las afrontará con una incertidumbre que nunca antes en su carrera en la liga norteamericana le había rondado la cabeza: será agente libre.

Su contrato acaba el 30 de junio. El 1 de julio se abrirá el periodo de moratoria y unos días después podrá firmar oficialmente un nuevo contrato. Se abre, por tanto, un horizonte de posibilidades múltiples para el español, que navega desde la lesión que cortó su gran inicio en Estados Unidos (2012) por unas aguas que van desde la crítica desmedida hasta el chovinismo pasando también por la confianza cambiante de aficionados, técnicos y más elementos del mundillo NBA.

Su contrato, el actual, le ha hecho bien a sus arcas, cómo no, pero mal a su reputación. Desde que se conocieron las cifras el tildarle de "sobrevalorado", una de las peores adjetivaciones que se pueden hacer en la NBA, ha sido habitual. Se trata de una extensión en aumento del primer acuerdo que firmó, el de novato, allá por 2011. En 2014 renovó jugando para los Timberwolves y ésta se hizo efectiva en 2015, cuando acababa: 54'9 en cuatro años, 13'7 por temporada. No es fácil que vuelva a alcanzar esas cifras, aunque el aumento de los contratos por convenio gracias a los acuerdos televisivos han inflado el mercado y tampoco sería una locura verle de nuevo en ese rango (comparativamente, menor).

En el último cierre de mercado estuvo cerca de salir de los Jazz, por lo que se le ha buscado recambio. Gusta en Memphis y también en Minnesota, pero esta última opción queda casi descartada tras acogerse Jeff Teague (base) a la cláusula por la que podía ampliar su contrato con los Wolves. Los Suns buscan base desesperadamente, en los Knicks podría emparejarse con Dennis Smith, los Pelicans podrían recurrir a él si se marcha Jrue Holiday. En los Bulls también hay hueco, pero dependerá del 'draft'. Y los Magic, al igual que en su caso, tienen a dos directores de juego, D.J. Augustin y Michael Carter-Williams, que han acabado la temporada con confianza. Son todos equipos de la zona media-baja, algo que se debe a que sólo cuadra en la opción de base titular porque es en el rol que ha tenido -ocho años ya- hasta el momento. La renovación es una opción, claro, y más viendo el grupo que se ha formado en torno a Snyder y lo bien que han sabido competir en las últimas dos temporadas, justo las que Ricky lleva allí.

En Rubio hemos visto una evolución palpable y no sólo en el plano físico-estético. Ya no sobresale en números con asistencias, pero su equipo juega diferente y él dirige bien en un estático que juega a más pases que los suyos. En menos minutos (28,6) lanza mejor que antes y también anota más (12,9).

Las opciones son incontables para un Ricky Rubio que tiene ante sí, por primera vez y en plena madurez (28 años le contemplan), la llave de su futuro en la NBA.