NBA | NETS 108 - SIXERS 112 (1-3)

Los 76ers sobreviven a la gresca con Embiid y dos triples decisivos

El mejor partido de la serie hasta ahora dejó de nuevo triunfadores a los Sixers, que ya están a una victoria de clasificarse. Tremendo Embiid.

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Joel Embiid
Nathaniel S. Butler GETTY IMAGES

Gran batalla en el Barclays Center en un partido precioso que tuvo de casi todo y se cerró con una serie de triples, uno de Redick y otro de Scott que decidieron en duelo para unos 76ers que, curiosamente, terminaron con 8/26 (30%) en esa faceta.

Fue agitado y no mezclado, como si James Bond lo hubiera pedido, desde bien empezado el encuentro. Desde la previa, como el anterior y el anterior. Toda esta serie es una cadena de sucesos que mantienen al espectador pegado al asiento frente a otras con menos historia o más decididas: aquí hay carnaza.

Caris LeVert empezó dominando y mostrándose como un puñal en los primeros minutos, donde ya superaba la decena de puntuación y vestía de luto la defensa de los de Brett Brown, que tenían que sacar la cabeza con acciones cerca del aro de ataque para equipararse. Cuando parecía que los visitantes cortaban el bacalao, apareció el 'enforcer' Jared Dudley: anotaba un triple y lo celebraba imitando un gesto de Ben Simmons, con quien ha cruzado unas palabras en días anteriores, lo que hacía levantarse a la grada y ponía a sus compañeros sobre la pista de una posible grieta en la mente de los de Philly. El papel de Dudley iba a incrementarse al inicio del tercer cuarto, cuando empujó a Embiid (al que se le señaló una flagrante de tipo 1 por un faltón a Allen) y provocó una pelea que les llevó a Jimmy Butler y a él a ser expulsados. Estaba medido, Dudley tiene cabeza. Eso volvió a ser un impulso emocional para grada y jugadores, que vieron al mejor defensor de los rivales irse por el túnel de vestuarios para no volver.

Simmons era el enemigo mayor, pero el peligro estaba en muchos más sitios. Tobias Harris salió y dio razones para que se le considere como uno del quinteto mortal, que sí lo es pese a las dudas, de estos Sixers; Boban Marjanovic cubría expediente; Joel Embiid estaba extramotivado tras perderse el tercer partido, terminando con 31+16+7+6 y con la sonrisa irónica en la cara.

LeVert era una máquina de hacer todo bien, no sólo anotando y dejando jugadones sino metiendo manos, tirándose al suelo a por todo, cambiando bien en los bloqueos... No fue sólo él el que batalló hasta el final: D'Angelo Russell, más desconectado que en otras ocasiones en el cómputo global del día, acudió a la cita con su "hielo en las venas" cuando el tiempo acuciaba: un triple y una asistencia ponían muy dentro a los Nets. Los dos triples, con el punto de exclamación final en el de Mike Scott desde la esquina izquierda, acabaron con todo lo trabajado por los de Kenny Atkinson y llevaron el 3-1 al casillero de esta eliminatoria del Este.