Con los Mavericks fuera de los playoffs, acabó una sobresaliente temporada rookie para Luka Doncic, que ha tenido un aterrizaje fantástico en la NBA, donde se ganó por la vía rápida la consideración de estrella, arrasó en el voto popular para el All Star y tiene todas las papeletas para llevarse el Rookie del Año a pesar de la grandísima segunda parte de temporada que ha hecho también Trae Young, el base que los Hawks recibieron con una primera ronda (será la de este año salvo que los Mavs saquen un top 5 en la lotería) a cambio de enviar al esloveno, ex del Real Madrid a Dallas.

Doncic (ha promediado finalmente 21,2 puntos, 7,8 rebotes y 6 asistencias) ha vivido la despedida de Dirk Nowitzki, la leyenda que ha jugado su última temporada y del que ha tomado ya el relevo como jugador franquicia de los Mavericks: "Nunca olvidaré estos últimos días, han sido muy especial,es muy emocionantes. Para Dirk pero para todos los demás también. Los fans de los Mavericks son geniales, se han portado muy bien conmigo. Quiero quedarme aquí, quiero asegurarme de que también van a estar a mi lado como con Dirk. De él he aprendido mucho. Cambió el baloncesto, cambió la NBA, es un líder por naturaleza... me ha enseñado mucho. Así que sí, estoy preparado para coger el relevo. Ya lo estaba cuando vine a Dallas. Vamos a trabajar duro, a pelear, a intentar estar en los playoffs... el entrenador nos dijo después del último partido de la temporada que estamos creando algo muy especial en este equipo. No prometo nada, pero vamos a intentarlo con todas nuestras fuerzas".

A la hora de definir su primera experiencia NBA, lo tiene muy claro, del mismo modo que quiere el premio de Novato del Año aunque no le obsesiona: "Ha sido divertida, sobre todo. Muy divertida. Ha sido una temporada alucinante. No sé si voy a ganar el Rookie del Año, ya veremos, quiero ganarlo pero más allá no me importa mucho. Ahora me voy a ir a mi casa, voy a desconectarme, a apartarme de las redes... no se va a saber mucho de mí en una temporada".

Por otro lado, no se olvida de su pasado y de un Real Madrid al que apoya constantemente en las redes sociales: "El baloncesto es muy distinto a la Euroliga, pero mi sueño siempre fue este, jugar en la NBA. Estoy feliz de haber dado el salto aunque echo mucho de menos a mis compañeros del Real Madrid. Veo los partidos del Madrid, estoy pendiente de todo lo que pasa... Lo que teníamos en el Madrid era muy especial. Grandes personas, los títulos...".

Lo peor para él ha sido, sin duda, pasar de competir en cada partido con el Madrid a perder tanto con unos Mavs que han terminado la temporada 33-49: "Ha sido duro perder tanto, pero asumí que este año iba a ser así. El próximo será diferente. Esto que estamos creando es especial, van a cambiar mucho las cosas. Por lo demás, la NBA es como me la imaginaba. No me esperaba jugar tan bien desde el principio, pero sabía que podia hacerlo. Veía muchos partidos cuando estaba en Europa, así que sabía más o menos lo que me iba a encontrar".