Unicaja ganó a Obradoiro un partido tan desangelado como extraño. Los malagueños perdían 35-46 a los 26’ jugando de pena. Pero Carlos Suárez cogió el timón y recondujo a los suyos que ganaron sin convencer. Brian Roberts jugó 31 minutos y dos segundos.

Los de Casimiro salieron bien. 10-0 con cinco puntos de Milosavljevic, tres de Roberts y dos de Lessort (min. 4). Reacciona Obradoiro con un rápido parcial de 0-14 que le pone por delante en el marcador. Siete puntos de Singler. El extraño primer parcial se cierra con 12-14.

El segundo cuarto observa los mismos síntomas de espesura de los de Casimiro (14-21 min. 14). El parcial ya es de 4-21 en apenas 10 minutos de despropósito y absurdo de los verdes que amortigua Waczynski con un oportuno triple anulado por un mate de Spires. A los 18 minutos Obradoiro domina (22-28) y Roberts se pone a tirar del carro. Se llega al descanso con 28-34 y malas sensaciones para los de Casimiro. 14 puntos de Ben Simons. Roberts jugó enteros los 20 minutos sin ser sustituido. No es muy frecuente.

El tercer cuarto siguió con el guion calamitoso de los malagueños. Obradoiro se escapó en el marcador (35-46 min 26) tras un triple de Sàbat. Brian Roberts, por primera vez, tuvo descanso tras jugar del tirón 25 minutos y 56 segundos. 18 pérdidas en los malagueños y un Carpena frío.
Unicaja necesitaba tocar a rebato porque los de Moncho jugaban a placer. Y a base de triples apretó el marcador con un parcial de 12-2 (47-48) porque los gallegos se relajaron de manera incomprensible. Así se llegó al minuto 30.

Unicaja se adelantó en el marcador con dos tiros libres de Carlos Suárez (51-50 min. 32). Primera ventaja de los malagueños desde el 10-9 del minuto seis. Con Milosavjlevic de base, triple de Salin (54-50. Volvió Roberts, un jugador muy del agrado del Carpena. El trabajo de Carlos Suárez se notaba en un equipo que añoró demasiado a Alberto Díaz. Jaime Fernández y Ryan Boatright.
De manera incomprensible Obradoiro se dejó ir. Técnica a Moncho Fernández, su técnico y 58-52. Increíble parcial de 20-4. Ahora eran los santiagueses quienes añoraban a su cañonero griego Vasileaidis.

Y el final fue impensable. Los tiros libres daban alas a los malagueños. 27/31 frente a 12/13 de los santiagueses. Buenos porcentajes. Pero muchas faltas para Obradoiro que pusieron el ánimo de Moncho Fernández a flor de piel, lo que le costó su segunda técnica y correspondiente expulsión. Un triple de Carlos Suárez, que realizó un gran partido, puso un 68-55 ya insalvable para Obradoiro. Hasta hubo minutos para el joven Lucas Martín. Gran partido del capitán de Unicaja que, con su coraje, recondujo a su equipo al que rescató de la apatía.