Para los Lakers es una cuestión de todo o nada, o así lo expresan no sólo sus aficionados sino miembros de la plantilla (como LeBron James) o de la gerencia (como 'Magic' Johnson), el hacerse con al menos una megaestrella de cara a la próxima temporada. Tienen hueco para dos contratos por el máximo salarial y están dispuestos a ofrecerlos a algunos de los jugadores que serán agentes libres, algo que parece que entra en su idea pero no en la de todos.

Bill Oram (The Athletic) ha trasladado públicamente el sentir de "la mayoría de 'insiders' de la Liga", que no es otro que el de ignorar por completo las ofertas que los Lakers pongan sobre la mesa. "Parece que seguirán el ejemplo de Paul George", que renovó con Oklahoma City Thunder cuando todo parecía apuntar a un aterrizaje en el equipo de púrpura y oro el pasado año.

"Los tiempos son cruciales", apunta, "y los Lakers tiene que proyectar una imagen de estabilidad para convencer a una segunda estrella que haga pareja con LeBron".

Algunos de los que parece que estarán en la agenda, por importancia y porque se terminarán sus contratos actuales, son Kevin Durant, Kyrie Irving, Jimmy Butler o Kawhi Leonard, y ya por debajo también están Kemba Walker o Khris Middleton.