MORABANC 66 - REA MADRID 87

Un Real Madrid constructivo descabalga al Andorra

El Real canalizó bien su energía tras la derrota en el Palau y sacó del duelo al MoraBanc ya en el segundo cuarto. Defendió, reboteó y Carroll y Llull lideraron en ataque.

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El Madrid ganó en Andorra, a uno de sus enemigos íntimos en las últimas temporadas, con una actuación muy seria y una aportación destacada de sus bases, de Llull y Campazzo, también de Carroll. Defendió, reboteó y anotó pese a que su porcentaje cayó en picado en la segunda parte. Y nunca flaqueó ni vio mermada su ventaja cuando esta alcanzó los 20 puntos: 24-44 ya en el segundo cuarto. Los blancos salieron con furia y al MoraBanc el pistoletazo le pilló en cueros, después de tres semanas de parón competitivo y a dos días del playoff ante el Villeurbanne en la Eurocup.

No es cuestión de comenzar de nuevo la casa por los cimientos, pero el irregular arranque del Madrid en este 2019, coronado con una doble derrota ante el Barça en las dos últimas semanas, invita a la reflexión. Primero toca pasar página de la Copa y del oleaje generado y luego seguir el camino con un talante constructivo. La plantilla blanca, modélica en muchas cosas, echa en falta un tercer base que puede ser un inconveniente de peso en determinadas circunstancias. También precisa una mayor capacidad resolutiva del perímetro, con algún jugador extra capaz de generar juego, de romper en individual, más allá de la dinámica del grupo. Porque Causeur no está fino, Prepelic no se ha integrado en la rotación (esta vez no se vistió) y Campazzo tiene sus limitaciones en el lanzamiento. El mismo peso de siempre sobre menos jugadores exteriores sin Doncic. Y con Llull aún encontrándose tras un inicio de curso en el que pequeños problemas físicos le han frenado en su readaptación al juego.

Esa mentalidad constructiva es la que mostró el Madrid en Andorra, en una cancha que se le había atragantado en los dos últimos años, en un duelo de rivalidad creciente frente a un adversario que en tres de los cinco partidos anteriores le había hecho morder el polvo. La actuación de los de Laso resultó casi perfecta, solo fallaron en su porcentaje de tiro en la segunda parte (2 de 14 en triples entonces y 20 de 44 de dos). De lo contrario, la renta se hubiera disparado ampliamente por encima de los 30 tantos, cima a la que llegó en el último cuarto (55-85).

Reacción en 40 horas

Controló el ritmo desde la defensa, la que le permitió no actuar encorsetado en media pista y darse alguna carrera que le alegrase el cuerpo. El Barça no le había dejado el viernes. Y además dominó el rebote, quizá su gran carencia 40 horas antes en el Palau. Llull arrancó productivo y Carroll le cogió el testigo (23 puntos entre ambos al descanso en menos de 12 minutos en pista cada uno).

El Madrid anotaba mucho sin asistencias, pero creándose buenos tiros. Los pases de canasta eran el coto privado de Ayón (4 de los 13 del equipo). Tavares, que salió de inicio junto a Randolph, cerraba el rebote defensivo y luego Reyes se daba algún capricho al poste bajo. Mientras, Taylor le buscaba las vueltas a los locales para anotar con facilidad. Otra vía encestadora. Al Andorra, que perdió por lesión a David Walker (hombro derecho), le pasó por encima un bloque enrabietado que supo canalizar su energía, el desencanto por la doble derrota ante el Barça, y que espera ya este jueves al Fenerbahçe de Obradovic. La prueba del algodón.