NBA | CLIPPERS 121 - MAVERICKS 112

Día de la Marmota en los Mavs: triple-doble de Doncic y derrota

El partido de regreso de Luka Doncic tras el All-Star y unas molestias en el tobillo derecho fue por la puerta grande: con 28+10+10.

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Luka Doncic regresó a las pistas después de dos partidos ausente por unas molestias en el tobillo derecho. Lo hizo para la última parte de la temporada, en la que -tras el traspaso con el que su equipo adquirió a Kristaps Porzingis- parece que el orden y las sensaciones han cambiado de cara a cumplir el objetivo marcado ya para esta campaña: llegar a los 'playoffs'. Él sigue a su ritmo, sin frenar ni un ápice, amasando números históricos, pero el ángulo de visión se ha alterado.

En Los Ángeles, ante un equipo al que parecía que le tenían tomada la medida, los Clippers, repitieron errores y, lo más importante, no mostraron los mismos signos que en otras franjas de la temporada. Y no es la primera vez.

Sólo en tres momentos durante 48 minutos tuvieron los Mavericks a los Clippers donde querían: una en el primer cuarto, una en el segundo cuarto y una en el último periodo. No rascaron más. Tuvieron muchos más en los que estuvieron cerca en el marcador, como por ejemplo a cinco minutos del final (105-103, minuto 43), pero sin de verdad dar una sensación de control y de poder darle un vuelco al encuentro.

Montrezl Harrell dominó como lleva dominando unos cuantos meses, desde el ejercicio del bloqueo y continuación, desde el machacar para que no se salga, desde la efectividad debajo del aro. 32 puntos con 14/17 en tiros esta vez. Se beneficiaron también de su juego y de lo que le dejaron jugar los Gallinari o Green.

Luka Doncic, por parte texana, completó otro triple-doble, el cuarto en la NBA, sin haber cumplido todavía 20 años (por lo que todavía se le considera adolescente), algo insólito en la mejor liga de baloncesto del mundo. 28 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias, la última ya sin oposición de un rival que daba el partido por ganado. Se acercó también a los dobles dígitos en pérdidas, cometió 9.

El broche bonito del partido lo puso Dirk Nowitzki. Mejor dicho, 'Doc' Rivers. El entrenador rival pidió a la afición rival que se levantara a aplaudir a un jugador rival, algo que es digno de elogio para el que lo ve desde fuera. "Uno de los mejores de la historia" recibe otra despedida a la altura de sus circunstancias.