Los Dallas Mavericks no esperan contar con la participación de Kristaps Porzingis hasta la próxima temporada. Esa es al menos la idea que ha transmitido Mark Cuban, propietario de la franquicia texana, a Tim MacMahon (ESPN). El letón aún se está recuperando de la lesión en el cruzado de la rodilla izquierda que sufrió ante Milwaukee Bucks a principios de febrero de 2018. En total, el ala-pívot ya se ha perdido 85 partidos desde aquel fatídico día.

La postura es lógica. Después de producirse el traspaso, el equipo de Rick Carlisle tiene muy difícil clasificarse para los playoffs y forzar su regreso sería un sinsentido, un riesgo y no daría ningún beneficio a corto plazo. Los Mavericks, en estos momentos, se encuentran a cuatro partidos y medio de Los Angeles Clippers y la octava plaza con solo 31 encuentros por disputarse... y ya sin tres titulares: DeAndre Jordan, Wesley Matthews y Dennis Smith Jr., que fueron moneda de cambio para traer al exjugador del actual Betis Energía Plus a Texas.

Esta ausencia no tiene ningún impacto en las esperanzas y los planes del equipo de firmar un acuerdo a largo plazo con él este verano (MacMahon), a pesar de que la intención del ala-pívot es simplemente firmar su oferta cualificada por un año y 4,4 millones de dólares.

Cambio de parecer

Esta declaración de Cuban es un cambio de 180º a la idea que tenía en un principio el propio jugador. Porzingis tuvo varios roces con la directiva de Nueva York y con su exentrenador, David Fizdale, por la lesión. Él indicó al su ya exequipo que deseaba volver a las canchas antes de que se cerrara la temporada regular y pensaba que estaría en condiciones de afrontar esa recta final. Pero desde los Knicks eran cautos y preferían que, ya que no se iban a jugar nada, no debutara, descansara y se recuperara totalmente para el próximo año.