Entre comentarios feos sobre su equipo, rectificaciones y llamadas a LeBron James para hablar sobre liderazgo, Kyrie Irving, un jugador con facilidad para dar titulares fuera de unas pistas en las que es extraordinario, está alcanzado seguramente el mejor nivel de su carrera. Como anotador ya sabemos que es uno de los mejores, no solo de esta generación, pero como jugador integral y referente de su equipo está haciendo un trabajo excelente para mantener a flote a unos Celtics que están lejos del lugar en el que los imaginábamos antes de la temporada. El base volvió a jugar a un nivel excepcional ante los Grizzlies (122-116), un partido que no fue para nada fácil para el equipo de Brad Stevens, que 17-5 en su pista y 10-13 fuera. En total, un 27-18 que le tiene quinto del Este. Mala cosa para un equipo por ahora tan decepcionante fuera del Garden: cualquier eliminatoria contra Bucks, Raptors, Pacers y Sixers la jugaría sin factor cancha.

Los Grizzlies rozaron la sorpresa, una que habria dado mucho de lo que hablar en Boston, pero acabaron con su sexta derrota seguida fuera de Tennessee y la décima total en once partidos. El equipo que una vez estuvo 12-5 marcha 19-26, asentado en la penúltima posición del Oeste y a casi seis partidos de unos playoffs de los que se va a quedar fuera por segunda temporada consecutiva después de siete billetes consecutivos. Salvo milagro. Y eso, ya se sabe, significa rumores (por ahora) y quizá operaciones muy serias (en las próximas semanas, hasta el cierre del mercado del 7 de febrero).

En un momento terrible de juego y de confianza, los Grizzlies pasaron de parecer una víctima más o menos fácil en el primer cuarto a jugar un segundo fabuloso en el que se escaparon desde un 42-26 hasta el 58-62 del descanso. Después navegaron a pesar de los 20 puntos de Kyrie en el tercer cuarto y llegaron en 111-108 a los últimos tres minutos, pero ahí cedieron definitivamente. Mike Conley (26 puntos, 4 asistencias) perdió la batalla con un Kyrie excelso: 14/21 en tiros, 38 puntos, 7 rebotes y 11 asistencias.

Alrededor de su jugador franquicia, los Celtics ordenaron el trabajo duro de Jaylen Brown, Baynes y un Smart que además firmó un decisivo 6/8 en triples para 20 puntos. Eso en un día discreto de Hayward y muy malo de Tatum, que anotó 2 puntos en 2 tiros libres (0/6 en tiros de campo). Suficiente contra unos Grizzlies que estuvieron mejor que en muchos de sus últimos partidos pero a los que les faltó potencia de fuego para igualar las proezas de Kyrie, que van camino de convertirse en otro clásico de un Garden lleno de ellos. Jaren Jackson anotó 23 puntos, Mack y Green aportaron desde el banquillo y Marc Gasol firmó el primer doble-doble de la historia de su equipo sin la anotación en dobles dígitos: 4 (1/10 en tiros, 0/4 en triples), 11 rebotes y 12 asistencias. Faltaron los puntos.