El Pacers-Sixers nos dejó una imagen extraña. Joel Embiid con problema continuos en su espalda, a la que los fisios ya estaban tratando antes de comenzar el encuentro y después cada vez que el pívot se iba al banquillo. Era evidente que no estaba cómodo y aún así fue el mejor jugador sobre la cancha. 

El camerunés hizo de todo: anotar (22), rebotear (13), asistir (8) y taponar (3). Uno de los tapones, a Oladipo, llegó después de correr hacia atrás en una contra de Indiana, llegando a hacer dudar si realmente tenía problemas físicos por el nivel de exigencia de la jugada. Una actuación, en conjunto, de un nivel de compromiso (ya no digamos de calidad) digna de contar.

Él fue el faro de la gran victoria de los Sixers en Indiana. Quizá la mejor de la temporada en la carretera, donde aún tienen un récord negativo (11-12). Y los Pacers están demostrando un puntito más que el año pasado, hasta el punto de que van terceros del este desde hace ya bastante tiempo. Esta noche los de Philadelphia les han alcanzado y parece que en el mejor momento de la temporada. La victoria aplastante ante los Wolves, sumada a esta tan convincente, nos muestra a un equipo de verdad al que muchas veces le ha costado imponerse de verdad en cancha durante toda la temporada, aunque fuese ganando partidos.

Puede que Brett Brown esté encontrando la fórmula mágica para que sus tres estrellas carburen al nivel real que pueden dar. Si eso es así ya se pueden preparar los otros aspirantes de la conferencia porque van a tener un hueso muy duro de roer. Jimmy Butler también completó un gran encuentro (27+5+8+3) y J.J. Redick (20+3+5) fue fundamental al final del tercer cuarto y principio del último para confirmar la ventaja visitante con varios triples y asistencias claves.

Los Pacers fueron casi siempre a remolque desde el segundo cuarto. En el tercer cuarto parecieron reaccionar de manos de Thadeus Young (27+6) y Oladipo (15+2+7), pero fue sólo un espejismo. Los de Indiana están haciendo una gran temporada y parecen mejores que el año pasado, pero ya han tropezado muchas veces contra los grandes del Este como para confiar en que puedan llegar más allá de semifinales de conferencia.