Hace justo una semana los Phoenix Suns tenían el peor récord de la liga de largo. Estaban 4-24, llevaban 10 derrotas seguidas y llevaban 20 días sin ganar. Por si fuera poco el dueño había amenazado con llevarse la franquicia a otra ciudad al enfrentarse con el ayuntamiento, que en un principio no quería pagar para renovar el pabellón.

Lo que puede cambiar el mundo en 7 días no lo sabes hasta que la realidad te atropella. Y con los Suns nos ha atropellado a todos, a los Celtics especialmente. Los de Boston estaban en una situación radicalmente distinta hasta hace nada. Eran el mejor récord de la liga y parecían dispuestos a recuperar el trono perdido en el último mes. El partido de hoy ha cruzado esos dos caminos de la manera más radical posible. Los que subían, bajan y los que bajaban, suben.

Hasta el final del tercer cuarto nada hacía presagiar lo que pasó. Aunque los Suns nunca se habían ido del partido parecía que los Celtics más o menos dominaban la situación. Pero el parcial en ese periodo (18-27) coronado con unos últimos minutos magníficos y unos primeros del último cuarto igual de buenos le dieron la puntilla a un equipo que no pudo contar con Marcus Morris, que sigue sin tener a Al Hordford y que perdió de forma indefinida a Aron Baynes, que se rompió la mano a los dos minutos de partido.

Ante tanto contratiempo los de siempre trataron de salvar los muebles, pero no hubo manera. Ni Irving (29+5+10+4) ni Tatum (18+8) fueron capaces de involucrar a sus compañeros en los momentos más decisivos del partido. Todo lo contrario en Phoenix, que se ha encontrado de repente con tres anotadores fiables. No es que no estuviesen ahí, es que no habían podido coincidir con regularidad.

A Devin Booker ya le conocemos todos. El escolta estuvo otra vez magnífico (25+5+8) y es, sin discusión alguna, el líder de este equipo. Pero T.J. Warren (21+5) tiene una facilidad pasmosa para superar los 20 puntos cada noche. Y DeAndre Ayton (23+18) cada se está adaptando mejor a su rol y al juego. Y ahora hay que sumarles a Kelly Oubre Jr., que debutó anoche. Salió desde el banquillo, jugó 26 minutos, metió 13 puntos y cogió 6 rebotes. Ojo a estos Suns que ya no son la perita en dulce que eran hace una semana.