Partido sin historia en Oakland, con los Golden State Warriors sometiendo a los Memphis Grizzlies sin piedad alguna. Y no necesitaron partidazos de ninguna de sus estrellas, les valió con funcionar como equipo, cosa que da aún más miedo porque cuando juegan conjuntados sí que son imbatibles.

Los que sí hicieron historia fueron Stephen Curry y Kevin Durant. El primero (20+7) alcanzó los 15.000 puntos en su carrera. El segundo (23+3+5) adelantó a Larry Bird como el 33º máximo anotador de la historia. A los dos les acompañó como siempre Klay Thompson (16+5+3+3) y un Jonas Jerebko cada vez más importante desde el banquillo (16+3).

Con esta victoria los Warriors mantienen el pulso con los Nuggets por la primera posición (ambos están líderes). Ahora les toca jugar en Utah antes de una serie de cuatro partidos en casa, todos contra rivales de playoffs: Mavs, Clippers, Lakers y Blazers.

Por su parte, los Grizzlies caen a la octava plaza empatados con los séptimos (Mavericks) pero también con los novenos (Kings). Llevan una racha de tres derrotas consecutivas y han perdido más de lo que han ganado en los últimos diez partidos (4-6). Aún siguen siendo claros candidatos a jugar la post temporada, pero la sensación que dieron hace un mes de poder pelear por los primeros puestos parece haberse esfumado. Aunque anoche contaron con la baja de Conley, y ya sabemos lo que le duele a este equipo cuando faltan el base o Marc Gasol. 

El español acabó con 15 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias, aunque el gran protagonista de los de Memphis fue Omri Caspi, ex de los Warriors, que tuvo un día muy acertado. Metió 20 puntos (8/10 en tiros), a los que añadió 6 rebotes.