Los Blazers recuperaron la sonrisa a lo grande. Después de perder sus dos últimos partidos, 10 de los últimos 16, ganaron nada más y nada menos que a los Raptors, el mejor equipo de la competición. Los de Toronto venían de dar un repaso al campeón en su propia casa. Pero si aquel día fueron capaces de neutralizar a Curry en particular y las virtudes de todo el equipo en general, hoy ha pasado todo lo contrario.

Porque la victoria de los de Portland sólo se puede entender desde un punto de vista coral. Funcionó mucha gente a muy buen nivel. Con Lillard al frente (24 puntos), pero sólo tirando 10 veces (3/3 en triples). Porque la responsabilidad se repartió en tantas manos que los Raptors no supieron muy bien a quién defender en cada momento. Casi cualquier jugador de los Blazers que estaba en el campo era un peligro real.

Collins (16), McCollum (14), Aminu, Stauskas y Curry (13), Turner (12) y Nurkic (11) superaron la decena de puntos. Aunque en realidad los que más marcaron la diferencia fueron los suplentes, que se impusieron claramente al banquillo de los Raptors. Quitando C.J. Miles (13), nadie fuera del quinteto titular hizo un partido salvable.

En ese quinteto titular estuvo Fran VanVleet (21+4+8), ya que Kyle Lowry no jugó. Kawhi volvió a ser el más destacado (28+6+4), Green logró un doble-doble (19+11) e Ibaka (18+6 en 35 minutos) tuvo trabajo extra por la ausencia de Valanciunas. Sólo había jugado tantos minutos en otro partido en lo que iba de temporada.