Nunca es tarde si la dicha es buena, y el Herbalife parece que le ha cogido el truco a la Euroliga. Tras las lujosas victorias en sus visitas al Darussafaka y al Armani Milán, esta noche no tuvo piedad del Buducnost en el estreno de Víctor García en el GC Arena. El partido estuvo sentenciado ya desde el segundo cuarto.

Ya el primer tiempo fue una auténtica canto al baloncesto ofensivo, especialmente por parte de un extramotivado Gran Canaria, defendiendo como siempre, intenso como nunca en el debut de Víctor García como primer entrenador en el GC Arena. En el intercambio de canastas, un 2+1 de Sehovic distanciaba mínimamente al Buducnost, 10-14, pero cuatro puntos seguidos de Pasecniks empataban el partido. Imparable se empezó a sentir entonces el Herbalife, aupado en el marcador con un 3+1 de Rabaseda y el primer triple de Eriksson (4 antes del descanso), para el 26-18, antes de que el equipo montenegrino recortara dos puntos antes de acabar el periodo inicial.

Un triple de Evans, nada más empezar el segundo parcial, prendió la mecha amarilla, apenas afectada por el 0-6 del Buducnost que culminó Clark para el 29-26. Comenzó entonces un recital de época con su tiro exterior, gracias a los triples consecutivos de Báez, Eriksson (2) y de nuevo de Evans, que le daban el +15 a los locales: 41-26.

Al mando de las operaciones estaba Radicevic, con una preciosa penetración para elevar el parcial hasta el 14-0 y 43-26, antes de que Dzikic despertara a su equipo de la pesadilla, vía tiempo muerto, cuando aún quedaban 4 minutos del segundo cuarto. Poco después llegó el 4º triple de Eriksson, tirador por excelencia sobre todo y todos, y dos furiosos mates de Balvin trajeron consigo un elocuente 50-30. Tan hundido estaba por entonces el Buducnost que ni siquiera se podía conformar con el triple de Omic desde su casa sobre la bocina del descanso para el 56-34.

Nada cambió tras el descanso, lanzado como un poseso el Gran Canaria hacia su 5ª victoria europea del curso. Y eso que el Buducnost empezó con 0-7 de inicio, coronado con 4 puntos de Clark, pero ese 56-41 no fue indicativo de nada, pues acto seguido fue Báez quien enchufara otro triple. Radicevic seguía en estado de gracia, y el 5º triple de Eriksson anunciaba rotura de partido, si es que no lo estaba ya: 68-46. Y así quedaba demostrado con el triple de Tillie, 75-50, y el cierre del tercer periodo por parte de Balvin: 82-57.

Si nada podía hacer ya el Buducnost, mucho menos en ese correcalles que tan bien le sienta al Gran Canaria. Una canasta de Nikolic que trajo consigo el 85-68 con 6:30 por jugarse obligó a Víctor García a pedir tiempo muerto, más por precaución que por peligro real. Paulí entraba ya en juego, y con seis puntos seguidos, 91-70, impedía cualquier intento balcánico de meterse en un partido que ya estaba más que decantado para los locales, que suman así su tercera victoria seguida en Euroliga. Danilo Nikolic, ante la evidente relajación local, enchufó un triple desde la esquina para el 91-82 y otro de Popovic (91-85) llenaron de pánico la cancha falta de 1:23 para acabar un duelo que, hasta hace menos de un pestañeo, estaba más de sentenciado. Al final, los tiros libres de un inmenso Radicevic y Rabaseda templaron ánimos y sellaron el triunfo local.