El CSKA se mantiene arriba en la tabla, invicto e igualado con ocho triunfos con el Real Madrid. Pero esta vez pasó las de Caín para lograr una nueva victoria. De hecho, lo tenía casi todo perdido ante un Zalgiris, que hasta este miércoles en Moscú se había impuesto en todos sus duelos fuera de casa (3) y había perdido todos los de Kaunas (4). Vencían los de Jasikevicius por nueve (71-80) a falta de solo tres minutos y a 1:27 aún mandaban por seis: 78-84.

Sergio Rodríguez agarró entonces el toro por los cuernos. Triple a falta de 1:14, un nuevo triple cuando restaban 43 segundos y canasta a falta de 25. Ocho puntos en apenas 50 segundos para igualar el duelo a 86. Casi un milagro. Nate Wolters tuvo una canasta para ganar y falló, como falló de nuevo en la prórroga, esta vez un triple completamente liberado. Dos borrones a un gran partido (14 puntos y 9 asistencias), aunque la estrella lituana fue Kavaliauaskas: 19 (11/12 desde la personal), 8 rebotes y 26 de valoración. También brilló Marius Grigonis (13).

Pero fue el Chacho el gran protagonista. Ya en la prórroga, después de un fuerte arranque de Higgins, el base tinerfeño encestó otro triple vital para poner el 97-94 a falta de un minuto. Un acierto que dio algo de tranquilidad al equipo ruso, que terminó ganando con la puntería de Clyburn desde el tiro libre y también, claro, por la falta de tino de Wolters en los lanzamientos finales. Higgins hizo 23 tantos y Clyburn 15 y 13 rebotes. Debutó el pívot recién nacionalizado Bolomboy, buenos minutos, pero la estrella fue Sergio Rodríguez, muy motivado: 24 puntos (2/6 de dos, 6/10 de tres y 2/2 desde el tiro libre) más 2 rebotes, 6 asistencias, 2 robos y 27 de valoración.