Con el inicio del curso 2018/19 una de los momentos más esperados era volver a ver a Gordon Hayward vestido de corto. Después de un año entero fuera de las pistas por la terrible lesión que sufrió en el partido inaugural de la pasada temporada, las expectativas estaban muy altas por volver a ver el quinteto de lujo de los Celtics por fin reunido.

Pero la realidad no es tan amable y se está viendo a un Hayward que aún le falta para recuperar el tremendo nivel que alcanzó en Utah. Su último año en los Jazz promedió 21,9 puntos, 5,4 rebotes y 3,5 asistencias con un 47,1% de acierto en tiros de campo en 34,5 minutos. En lo que va de temporada sus medias están en 10 puntos, 5,4 rebotes y 2,9 asistencias con un 39% en tiros de campo en 25,8 minutos.

Preguntado por la posibilidad de que deje su puesto de titular para empezar a salir desde el banquillo hasta que recupere su mejor juego, Hayward respondió esto a la prensa: "Yo estoy feliz de estar en pista más que de ninguna otra cosa, pero también de cómo le pueda ayudar más al equipo. Lo dije al principio de temporada, para mí es lo mismo. Tenemos que encontrar una solución porque, por la razón que sea, no estamos jugando nuestro mejor baloncesto ahora mismo".

Y aparte de hacer referencia a la situación global del equipo, también quiso hablar de sus sensaciones personales sobre su juego: "A veces te frustras cuando ves que no estás jugando al nivel que solías tener. Es normal estar un poco oxidado cuando vuelves y tienes que intentar no deprimirte. En los entrenamientos estoy lanzando bien y por lo que sea, luego en los partidos a veces entran y a veces no".