El UCAM Murcia perdió su primer partido en la Liga de Campeones FIBA víctima de sus propios errores ante un rival, el MHP Riesen alemán, que no conocía el triunfo pero que sacó provecho de los regalos del equipo español durante toda la noche, especialmente en el último minuto y medio.

El encuentro, que reeditaba la lucha por la medalla de bronce en la pasada edición de esta competición, presentaba a dos conjuntos en una situación antagónica, con el UCAM líder del grupo A y los de Ludwigsburg, colistas. Sin embargo, esa supuesta distancia no se notó y el equilibrio marchó el choque.

El inicio ya fue bastante igualado (10-11 en el ecuador del primer cuarto) y en el primer cuarto las defensas no demasiado intensas, lo que dio lugar a que ambos equipos anotasen con bastante fluidez, 21 puntos los locales y 23 los visitantes.

El MHP Riesen, que vivía fundamentalmente de los puntos exteriores de Lamont Jones, Kelan Martin y Jordon Crowford, y del rebote ofensivo, logró ponerse por delante (33-32) y ese equilibrio se mantuvo hasta llegar al descanso (41-41).

Dos triples de Askia Booker y uno más de Ovie Soko en los últimos minutos del segundo cuarto no sirvieron para que el UCAM se marchara al vestuario con alguna renta.

Los de Javier Juárez jugaron a ráfagas y con muchas pérdidas, en concreto nueve en 20 minutos, el triple que su rival, que cuidó mejor el balón. Ese aspecto al final concluyó con un 17-8 en contra de los granas.

El intercambio de canastas siguió siendo la tónica en la reanudación y el Riesen, dirigido John Patrcik, logró superar un momento de apuro (46-51) tras un tiempo muerto solicitado por el técnico estadounidense del cuadro alemán para no descolgarse y llevar el partido al empate a 56.

Sin embargo, dos canastas de Marcos Delía y dos tiros libres y un espectacular mate de Soko sobre el bocinazo que indicaba el final de cuarto volvieron a abrir brecha (58-64). El británico, que acabó con 15 puntos, nueve rebotes y cinco asistencias, dejó muestras de su potencial.

Quedaban 10 minutos y la tendencia del choque era de igualdad, la cual se mantuvo gracias a su ataque, algo anárquico pero a menudo efectivo (66-68). Juárez, visiblemente enfadado, paró el encuentro desde la banda pero no hizo reaccionar a sus jugadores, a los que les costaba un mundo anotar.

La consecuencia de ello fue que los locales, con un inspirado Crawford, un base de 1,68 metros de estatura que volvió locos a sus defensores, le dieron la vuelta al marcador (75-71) ya con cuatro minutos por delante.

En ese periodo de tiempo pasó de todo. Cate, con seis puntos seguidos y varias buenas defensas, ejerció de veterano a pesar de que el pívot rumano tiene 21 años y Charlon Kloof firmó un 2+1 que ponía el 77-80 a un minuto y medio del final.

Sin embargo, a partir de ahí, tres pésimos ataques, los dos primeros con sendas pérdidas de balón y el tercero y definitivo también sin llegar a tirar a canasta, tiraron todo lo hecho por la borda y así se gestó la primera derrota del UCAM CB en esta edición de la Liga de Campeones FIBA.