WARRIORS 117-GRIZZLIES 101

Los Warriors ni sudan ante los Grizzlies: 10-1 para el campeón

Gran primera parte de Marc y los Grizzlies pero triunfo finalmente cómodo de unos Warriors que perdieron por lesión a Draymond Green.

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El jueves hay un Warriors-Bucks, aviso para que todo el mundo lo marque en su agenda. El 8-1 y las excelentes sensaciones de los de Antetokounmpo (y Budenholzer) contra el 10-1 y las excelentes sensaciones de los de... bueno, de los que ya se sabe. Estos Warriors prometían tomarse más en serio esta Regular Season, pasárselo mejor, construir desde el otoño los cimientos del cuarto anillo en cinco años. Y eso está pareciendo: ocho victorias seguidas, solo una derrota in extremis contra los Nuggets del 9-1, y 6-0 en un Oracle Arena donde ganar vuelve a parecer una quimera. A ver los Bucks...

Los Grizzlies fueron la última víctima (117-101) de unos Warriors que llegaron al descanso 58-58 después de haber sido dominados por la defensa de los de Tennessee y se quedaron sin Draymond Green por un golpe en el pie. Pero finalmente pasó lo que tenía que pasar en un duelo entre, lo dicen los números, un equipo que anota más de 123 puntos por noche y uno que se queda en 103 (y que está 5-4 ahora): cuando los Grizzlies fueron mejores, apenas abrían pequeñas brechas que los Warriors cerraban silbando. Cuando el campeón apretó tras el descanso, el partido se acabó por pura inercia: 26-6 en ocho minutos del tercer cuarto, de 64-65 a 90-71. Y 102-77 nada más empezar el último parcial, ya sin nada en juego.

Los Grizzlies venían en back to back y de darse un costalazo tremendo en Phoenix. Durante muchos minutos, defendieron de maravilla a Stephen Curry (19+5+7 final) y vivieron de un clínic de pase de Marc Gasol (8+10+9), que generó puntos fáciles en la zona para sus compañeros sin parar. Con la percusión de Temple y Brooks y un gran partido del rookie Jaren Jackson (15+6 y 5 tapones), el 58-58 al descanso fue la prueba de la intensidad y la buena ejecución de un equipo que intuía en todo caso que no podría seguir durante 48 minutos el ritmo del caza de la Bahía. Y así fue. Incluso sin Draymond Green (y sin un Damian Jones otra vez cargado de faltas), los Warriors apretaron en defensa en el tercer cuarto con Jordan Bell y un excelente Kevon Looney, y anotaron a placer en cuanto controlaron las pérdidas con Klay Thompson cómodo (27 puntos, 3/7 en triples), Kevin Durant preciso (22+6+6) y unos minutos extraordinarios de Alfonzo McKinnie, que (14 puntos con participación clave en el despegue del tercer cuarto) está siendo una excelente noticia para el campeón, que tenía un agujero en la rotación de las alas ante el tira y afloja que nunca acabó con Pat McCaw. Ahora, con 26 años y tras ser un habitual en la G-League, McKinnie (una de las grandes historias de lo que va de temporada) es un integrante legítimo de la rotación de uno de los mejores equipos de la historia. Uno que jugó sin Iguodala, Livingston ni Dray Green en la segunda parte... y que sigue esperando a DeMarcus Cousins. Tremendo.

Los Grizzlies vuelven a ser competitivos pero necesitan más de Mike Conley (9 puntos, 5 asistencias) y necesitan que Marc Gasol lance más de 2 veces a canasta. Son dos partidos seguidos, en dos noches, con menos de 20 puntos en total entre las dos grandes figuras del equipo. Así no pueden ganar: ni en Phoenix a los depauperados Suns ni, por supuesto, en ese Oracle donde nadie lo ha hecho hasta ahora. Y llegan los Bucks...