Joel Embiid, ese hombre que no puede dejar pasar un día sin ser protagonista. Hoy por partida doble. A su indudable talento deportivo (acabó con 33 puntos y 11 revotes ante los Pistons) se le suma su capacidad para ser noticia por temas no tan agradables. En este caso todo empezó con una jugada a falta de 42 segundos para el final del último cuarto.

Después de anotar debajo del aro, Embiid recibió lo que parecía un codazo de Andre Drummond en la cara. El pívot camerunés se fue al suelo de forma exagerada y, levantándose inmediatamente se dirigió a uno de los árbitros en repetidas ocasiones, diciendo en voz alta: "Sácalo de aquí", pidiendo la expulsión de su rival. Algo que consiguió, ya que los árbitros expulsaron a Drummond al pitarle la segunda técnica del partido, lo que le impidió disputar la prórroga. Embiid ha sido muy criticado por esta jugada, tanto por simular una agresión como por su insistencia en reclamar que echaran a Drummond. Hay quien le empieza a llamar la versión grande de James Harden.

Preguntado por todo este tema tras el partido, el de los Sixers se explicaba en estos términos: "Llevábamos bastante rato jugando duro. Creo que en algún momento el árbitro dijo que a la siguiente pitaría técnica. El me golpeó en la cara y eso fue lo que pasó". Por supuesto, no pudo dejar pasar la ocasión para soltar varias perlas: "Tengo la sensación de que ocupo demasiado espacio en su cabeza", y añadió: "Hemos perdido, así que no quiero hablar mal, pero creo que está bastante seguro de que no puede defenderme".

Lo cierto es que durante el partido se pudo apreciar cómo Embiid le hacía trash talk a Drummond, gritando en voz alta en varias ocasiones a lo largo del encuentro: "No puedes defenderme".