Cuando todos los ojos estaban puestos en Luka Doncic, por lo que representa para el futuro, y también en DeAndre Ayton, por ser el número 1 del pasado draft, estábamos dejando de lado a más gente. Entre ellos, a Devin Booker. Se quedó en blanco durante toda la pretemporada por una lesión, pero el trabajo ha hecho que pudiera estar en esta apertura de temporada (¡de qué forma!).

Los Suns consiguieron, gracias a su actuación, doblegar a los Mavericks en Arizona. 121-100 en un tanteador que no refleja fielmente lo que fue el partido pero sí cómo se sentenció el mismo en los últimos minutos.

Luka Doncic era el gran atractivo, al menos en España por su pasado en el Real Madrid, de este encuentro. Y empezó muy confiado, seguro y jugón: luchas por el rebote, corriendo bien al contraataque, pases por la espalda o por arriba... Pero es un novato y hace cosas de novato, como es perfectamente comprensible. Su ímpetu le llevó a cometer dos faltas en los primeros minutos, tres en total en la primera parte, que le cortaron el ritmo por las reservas de Rick Carlisle.

Los nuevos Suns de Igor Kokoskov dominaron el partido de cabo a rabo. Desde el segundo cuarto las diferencias siempre oscilaron en torno a los diez puntos merced a los tantos de Ariza (21+8+7) primero y a los de Ayton (18+10+6) después.

En el último periodo los Mavericks estuvieron más entonados de cara al aro y probaron más y mejor desde fuera hasta reducir la distancia a cuatro puntos (94-90), pero ahí llegó el hombre: tres tiros de tres, dos tiros de dos, un 2+1 y una falta de tiro desde el triple, todo eso produjo Booker cuando más apretaba el sol en Arizona. Terminó el encuentro con 35 puntos. Hay que decir, sin embargo, que el partido lo sentenció Josh Jackson con otros dos triples (seguidos y mal defendidos).

Luka Doncic, cariacontecido pese al esfuerzo, acabó en la hoja de estadísticas con 10 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias.