Tony Parker ha dejado los Spurs tras casi dos décadas en el equipo, un recorrido mítico por una de las franquicias más dominadoras si no la que más del siglo XXI en la NBA. No quería dejar ningún cabo suelto, tampoco la de dedicar una carta a los aficionados de San Antonio a los que ahora deja un tanto huérfanos.

Parker vestirá a partir de ahora los colores de Charlotte Hornets.

En el escrito que ha remitido a The Players' Tribune cuenta cómo fue su primera experiencia con los Spurs: un entrenamiento de cara al Draft 2001 donde asegura que no estuvo a la altura.

"Imaginaos que dentro de poco tienes la entrevista de trabajo de tu vida, algo para lo que te has estado esforzando toda tu vida. La entrevista es en la otra parte del mundo, debes coger un vuelo y verte cara a cara con los jefes de la empresa. Algo de jet-lag, muchos nervios... y llega la frustración. Después de 10 minutos el gran jefe te dice que eso es todo lo que tiene que ver. Ya está, sentenciado, gracias por venir. Ésa es mi historia, la del primer 'workout' con una franquicia de la NBA... y fue con Spurs"

"En el peor momento, con Popovich y Buford mirándome, contrataron a un chico llamado Lance Blanks para que condujera los ejercicios y me dominó, me hizo quedar como el jovencito que en aquella época era. Pero Popovich no se dejó llevar por la primera impresión y me invitó a otro entrenamiento, donde ya lo hice mejor"

"Lo siguiente que tenéis que saber es que me senté a ver aquel 'draft' y oí como decían lo siguiente: 'Con la elección número 28 del Draft 2001 los Spurs de San Antonio eligen a Tony Parker, del Racing Club París'. Así que, sí: conseguí el trabajo"

Parker le dedica un capítulo muy importante a Tim Duncan, de quien dice esto: 

"Es la razón por la que lo que se llama 'cultura de los Spurs' existe, él es el significado. Muchos se preguntan si es el mejor jugador de la historia; yo sólo digo que es el mejor con el que yo he jugado, y a partir de ahí que los expertos continúen la conversación, pero sí digo que ha sido el mejor jugador para entrenar. Era nuestra arma secreta. Quería que le entrenaran como si se estuviera ganando un puesto en el equipo, siempre retando a todos en el gimnasio pero con los demás siempre observando todo lo que él hacía. La 'cultura de los Spurs' era eso"

También expresa sus sentimientos hacia Gregg Popovich, el entrenador que ha marcado su carrera durante todos estos años:

"Es difícil explicar qué hace a Pop un líder tan bueno. Lo que ya conocéis es que es un comunicador genial, un motivador brillante y un muy buen tipo en todos los aspectos. Pero sobre todo es una persona que actúa en base a sus principios, como en aquel entrenamiento de 2001: vio a un gran jugador en mí y por eso me dio una segunda oportunidad, y ya está"