MERCADO NBA | ANÁLISIS

Análisis: el traspaso de Carmelo a Atlanta, bueno para él y OKC

Al conseguir deshacerse de 'Melo' sin cortarle, los Thunder se ahorran 73 millones de dólares para la próxima temporada, además de hacerse con Schröder.

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Los Thunder han traspasado a Carmelo Anthony a los Atlanta Hawks.

Así queda el traspaso de Carmelo

Antes de pasar a ver cómo afecta y por qué se realizó a la última hora de ayer jueves el traspaso a tres bandas entre los Thunder, Hawks y Sixers, hay que repasar cómo queda el acuerdo final.

Los Hawks reciben: Carmelo Anthony (será cortado), Justin Anderson y una primera ronda 2022 protegida Top-14 que se podría convertir sino en dos segundas rondas.

Los Thunder reciben: Dennis Schröder y Timothe Luwawu-Cabarrot.

Los Sixers reciben: Mike Muscala.

Ahorro de 73 millones para OKC

La salida de Carmelo Anthony no es ninguna sorpresa. Todo lo contrario, se daba por descontada. Sam Presti y su equipo fueron valientes hace un año formando un Big Three que no llegó a cuajar, en parte, por la escasa adaptación de Melo a lo que de él reclamaba su nuevo equipo. Y Sam Presti y sus ayudantes han sabido rehacer una situación complicada de una forma difícilmente mejorable.

Con 27,9 millones de dólares garantizados para la 2018-19, encontrar un equipo que después le traspasara se había convertido en una misión casi imposible. Como explica Bobby Marks, experto de la ESPN en cuestiones económicas relacionadas con los despachos NBA, de no haber implicado a Atlanta, la franquicia de OKC se hubiese visto abocada a cortarle en los próximos días. Lo que, a su vez, hubiese significado que tendrían que haberle abonado a Anthony 9,3 millones cada uno de los tres cursos siguientes a través del dead cap. Esto significa que tener a Schröder, con tres años de contrato y 15,5 millones anuales, en realidad les va a costar 6 millones cada temporada.

En cuestiones de masa salarial para la 2018-19, con los 15,5 del alemán y los 1,5 de Luwawu, la nómina de la plantilla será de 148,7 millones, por los 159,6 millones presupuestados con Carmelo. Un ahorro de 11 millones en salarios. A su vez, pasarán de pagar en concepto de impuesto de lujo un importe de 150 millones a uno de 88,8. Es decir, 66 kilos menos. En total, los propietarios de la franquicia podrán mantener en sus cuentas bancarias unos 73 millones de dólares. Económicamente, el traspaso es muy bueno para los Thunder.

También parece un acierto en lo deportivo. Por si había dudas, la serie ante los Jazz escenificó que no había química entre las estrellas de los Thunder. Renovado Paul George, las puertas se le abrieron por completo a Carmelo. Sin él, los Thunder pierden una estrella veterana que no quería ceder protagonismo y ganan profundidad de plantilla en un Oeste salvaje como nunca. En un principio, Schröder —que ya ha expresado en Instagram su excitación por esta nueva etapa— ocupará el puesto de base suplente. Un jugador joven y explosivo para aportar minutos de descanso a Westbrook y de garantías, al mismo que será capaz de mantener el ritmo diabólico en la segunda unidad que tanto gusta en OKC. Aunque también está la posibilidad de realizar un experimento similar al que Alvin Gentry llevó a cabo la pasada campaña en los Pelicans juntando en el quinteto inicial a Jrue Holiday con Rajon Rondo. El pasado verano no le cuadraba a casi nadie y ahora en Nueva Orleans aún se lamentan de que se haya roto esta dupla con la marcha de Rajon a Los Ángeles.

Carmelo, la estrella veterana en búsqueda del anillo

Con 34 años y más de 25.000 puntos en su carrera que la sitúan entre los 20 mayores anotadores de la historia de la NBA, el objetivo de Carmelo es el anillo. Ejercida su opción de jugador que tanto comprometió a OKC, pasa a convertirse (o al menos debería) en el paradigma actual de estrella que, comenzado su ocaso, sacrifica millones, tiros y cuota de protagonismo con la intención de conseguir ser campeón antes de su retirada. Será cortado en los próximos días por los Hawks y, una vez transcurran 48 horas, se convertirá en agente libre. Podrá negociar un nuevo contrato, presumiblemente cercano al mínimo. Por las informaciones que llegan desde Estados Unidos, los Heat y Rockets asoman entre sus preferencias. Sobre todo Houston. Parece un hecho que acabará marchándose a los Rockets para compartir vestuario con su amigo Chris Paul y el MVP de la última temporada, James Harden.

Melo seguirá formando de un Big Three estelar, pero distinto al de los Thunder 2017-18. Ha llegado el turno de Morey y los Rockets. Tras no poder retener a Trevor Ariza y Mbah a Moute, dos exteriores claves en el magnífico rendimiento del pasado —no olvidemos que contaron con dos match balls para derribar a los Warriors—, Houston tiene pendiente certificar la renovación de Capela y añadir tiradores a su plantilla. En su versión FIBA, Anthony debería encajar bien. Y para quienes señalan su apatía defensiva, cabe recordar el crecimiento que en esta faceta ha experimentado James Harden desde el aterrizaje de Mike D’Antoni. Además, contar con CP3 a su lado, debería servir de acicate para el ex de Syracuse. Una motivación más para volver a ser el Anthony diferencial en los recientes éxitos del Team USA.

La era Trae Young en Atlanta, sin ninguna urgencia

Con Nuevo general manager (Travis Schlenk), nuevo entrenador (el debutante Lloyd Pierce) y la apuesta como rostro de la franquicia del rookie Trae Young, la reconstrucción de los Hawks está lista para echar a andar desde cero. Y para ello era menester encontrar acomodo a Dennis Schröder, buen jugador, pero con un contrato importante e incapacitado para en el futuro liderar el salto de calidad esperado.

A cambio, incorporan a un Anderson que puede aportar defensa y tiro exterior y llega motivado tras tener un rol residual en Philadelphia. Y si los Thunder se clasifican para los playoffs de 2022, conseguirán una primera ronda. Un equipo que tendrá como principio a Young y como final a John Collins. Dos jóvenes que acumulan un año de experiencia que compartirán foco este curso con Jeremy Lin y, salvo que salga traspaso, Kent Bazemore. Muchas derrotas y el horizonte de un draft 2019 en el que pueden llegar a tener en su poder hasta tres primeras rondas.

Los Sixers, un parche para Bjelica


Con tanto traspaso de renombre, ha pasado desapercibido el plantón que el serbio Nemanja Bjelica les ha dado a los Sixers. Tras renunciar a 4,4 millones para la próxima temporada con la excusa de su regreso a Europa, su compatriota Vlade Divac trata de convencerle para que continúe en la NBA, concretamente en las filas de sus Kings. Tras perder a Ilyasova y Marco Belinelli, la incorporación de Bjelica resultaba estratégica para que Philadelphia pudiese abrir el campo. De ahí que se hayan visto obligados a prescindir de dos hombres que han contado muy poco para Brett Brown para conseguir la incorporación de un cuatro de condiciones similares. Muscala no es mal jugador, pero no deja de ser un parche a las inesperadas calabazas de Bjelica. No les quedaba otra a los Sixers que actuar sobre la marcha.