LIGA ENDESA | ENTREVISTA

Antonio Martín visita As: “La ACB será lo que la afición quiera”

El nuevo presidente de la ACB ha visitado el Diario As apenas tres días después de ser elegido en el cargo. “Hay que escuchar al consumidor de baloncesto”.

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Antonio Martín Espina (Madrid, 1966) fue elegido el pasado lunes presidente de la ACB con el voto favorable de los 18 clubes. Este jueves, recién aterrizado en el cargo, visitó As junto a Ricardo de Diego, director de marca de la Liga. “No sé si es una refundación o una redirección de la estrategia, pero hay que acercarse a la gente”, dice.

Acaba de aterrizar en el cargo, pero usted ha crecido con la ACB. Primero fue jugador y luego director de baloncesto del Madrid. ¿Qué diagnóstico hace de la Liga?

Acabo de llegar, sí, pero el diagnóstico de la situación está en boca de todos, aunque se mire desde diferentes ángulos. A veces la imagen está más castigada de lo que refleja la realidad. Ahora se trata de trabajar para que los que creen que hay muchas cosas que están mal cambien su manera de pensar.

Javier Imbroda ganó en mayo la elección a presidente pero no logró el respaldo de al menos 14 de los 18 clubes. La ACB dio una mala imagen. Su nombramiento, en cambio, ha sido por unanimidad.

Sí, la situación se ha corregido y agradezco a los clubes su apoyo. Lo positivo es que ha sido todo espontáneo, porque los propios miembros de la Asociación identificaron que existía un problema, que la posición previa no les llevaba a ningún sitio, y ha habido un entendimiento más natural.

¿Cómo y cuándo se pone su nombre sobre la mesa?

Algunos clubes hicieron una reflexión y salió mi nombre, luego me lo comunicaron a mí, y me dijeron que le diera una vuelta. Poco a poco fue cogiendo forma, los equipos me ayudaron a tomar la decisión.

Por primera vez un exjugador estará al frente de la ACB, ¿le da eso más fuerzas para llegar al rescate?

No creo que haya que rescatar nada, sino analizar lo que es mejorable y ese margen de crecimiento sí forma parte del atractivo del reto. A veces parece que todo lo hecho antes no cuenta y se realiza un análisis de un fotograma, no de la película entera. Y la ACB tiene 36 años. Pero sí, hay predisposición de los clubes y de los patrocinadores, y energía suficiente para tratar de dar un empujón y mejorar las cosas.

¿Se puede hablar de una refundación?

Esta no es la ACB de José Miguel Calleja (nuevo director general) y de Antonio Martín, sino que hay mucha más gente trabajando. La clave es establecer una hoja de ruta para lograr los avances que la mayoría señalaríamos como necesarios. Para conseguirlo se debe generar un ambiente previo en el que todos estén dispuestos a apoyarnos. No sé si es una refundación o una redirección de la estrategia, da igual. Hay que definir la ruta, hacer un análisis interno, pero también resulta clave escuchar al aficionado. Esto es más importante que si parte de la ejecutiva ha cambiado.

"Hay predisposición en los clubes y energía suficiente para dar un empujón"

Señale una prioridad para los próximos meses.

Quizá sorprenda, pero sobre todo hay que entender a la gente y al aficionado que es el potencial consumidor del baloncesto. No hay que oír, sino escuchar al usuario final de nuestro contenido. Tendremos que ser lo que los aficionados quieran que seamos. Si a un grupo de gente no le resultamos atractivos, hay que acercarse a ellos y conseguir que sí lo seamos. Quizá históricamente hemos estado un poco pasivos.

¿Se refiere a los jóvenes, a los aficionados a la NBA?

Sí, y también a personas a las que no les gusta la NBA. El consumo audiovisual del deporte ha cambiado. No sé si hay ya mucha gente de 18 años que ve un partido sin hacer nada más, sin ­interactuar. Además, es muy difícil que yo exija presencia en un medio como As si no somos capaces de crear un relato a través de los personajes. Es una pescadilla que se muerde la cola, pero hay que cortar en seco y empezar de nuevo.

¿Ha cambiado mucho la ACB desde que usted dirigiera la sección del Real Madrid entre 2005 y 2009?

No he notado un cambio demasiado grande desde entonces. Ciertas dinámicas no han ido a mejor, muchas veces por falta de diálogo, porque hemos carecido de una ruta definida entre los 18 asociados. Quizá ha faltado ir todos a una. Pero las necesidades y los intereses de los 18 equipos son los mismos que los de hace una década.

"Hablar con Garbajosa será fácil porque tenemos una 'piel' parecida"

Rienda, Garbajosa, Rubiales, usted… exdeportistas y ahora presidentes. La tendencia parece clara.

Hablar, por ejemplo, con Garbajosa me va a resultar más fácil porque tenemos una piel parecida. Podemos mostrar opiniones distintas, pero seguro que será más sencillo lograr un punto de encuentro.

Van de la mano con ­Movistar+, ¿han cerrado ya la renovación del contrato de televisión?

No sé si se ha cerrado del todo, pero las conversaciones van por buen camino. Todo lo que empuje el socio televisivo y nos enriquezca es muy positivo. No trabajar de manera conjunta sería una locura. Necesitamos empatía, que sepamos qué precisa nuestro socio y que ellos conozcan nuestra ruta.

¿Qué le parece que por primera vez en la historia la Selección española no la formen los mejores jugadores?

La ACB no ha generado ese problema, pero si nosotros confundimos al usuario de una manera poco lógica nos dará la espalda, y no a la FIBA o a la Euroliga, sino a todo el baloncesto. Es un tema candente y se debe trabajar con diálogo más allá de los intereses particulares. Lo más preocupante es que el usuario diga: ‘Con este batiburrillo que tenéis, a mí no me interesa’. Dicho esto, si me preguntan si hay espacio para todos, la respuesta es que sí. Debemos organizar el calendario, entre otras cosas, y cada una de las partes tiene que dejarse plumas en el intento. No puede haber un ganador y un perdedor. Hay que entenderlo antes de que el consumidor nos diga: ‘Así no’. Hay que ofrecer una imagen global positiva porque el producto es el mismo, el baloncesto. A veces hablamos de un problema que es internacional con la visión que da el salón de una casa.

"No pensamos en reducir la Liga a 16, sería un parche, sino en un calendario común"

¿Se refiere a la posibilidad de recortar el calendario?

Esa sería una parte, porque no podemos tener a los protagonistas, los jugadores, jugando como locos. Pero oxigenar el calendario es una cuestión también de la Euroliga y de la FIBA. De todos.

¿Habrá una reducción en el número de equipos?

No, trabajamos en otras fórmulas. Ninguna, a corto plazo, pasa por recortar de 18 a 16 equipos. Además, eso supondría una reducción de apenas cuatro jornadas, a efectos reales sería un parche. Nuestra reflexión va más enfocada a un calendario común en el que se pueda convivir. El próximo curso habrá once equipos de la ACB en Europa. Hay que cuidar de ellos y del resto. Queremos una ACB atractiva y que los clubes que juegan en Europa piensen: ‘Cómo nos compensa estar también en la Liga, en las dos competiciones’.

¿Por dónde podría venir ese cambio de formato?

Primero, debe beneficiar a los 18 equipos, no solo a algunos, sin perder de vista que la temporada son nueve meses y que hay más de una competición ACB. La Copa, por ejemplo, nadie la discute. La gente la ve como un punto de encuentro y cargada de verdad, como lo ha estado el reciente Mundial de fútbol. El público percibe esa trascendencia.

¿Cómo se puede potenciar el atractivo de la Liga Endesa?

El fútbol admite muchas cosas, pero otros deportes no tanto, por eso hay que hacer una reflexión profunda en el baloncesto. El carrusel de hace décadas no va a volver, de hecho tampoco existe en el fútbol. Ahora el deporte se consume de otra manera, pero es obligado que el aficionado conozca cuándo, cómo y qué se juega. Que sea algo palpable.

¿Qué porción de la tarta del baloncesto le corresponde ahora a la ACB?

La gente que apuesta por nuestro contenido lo hace por una serie de motivos. La tarta será la que sea, pero ofrecemos algo que tiene un valor. Nunca ha habido más gente en las canchas que en la época actual, la generación de ingresos es la mayor de siempre y, aun así, es verdad que el contenido ha sufrido. Ahora debemos optimizarlo todo desde un enfoque realista y poner también los datos positivos encima de la mesa, que los hay.

Antonio Martín, en AS.