Gregg Popovich y Kawhi Leonard por fin se han visto las caras. Tal y como informan Adrian Wojnarowski y Ramona Shelburne en la ESPN, el técnico viajó al sur de California para reunirse con el alero. Un encuentro que finalmente se produjo a pesar del deseo de Leonard a no verse con el que todavía es su entrenador. Los Spurs no lo han tenido fácil últimamente para contactarle. Entre los motivos que han llevado al alero a querer dejar la franquicia se encuentran los comentarios públicos de su compañero Tony Parker y el propio Popovich en el que cuestionaban la gravedad de su lesión en el cuádriceps. A su juicio, ninguno le mostró el apoyo y cariño necesarios ante una situación tan complicada como la que atravesó durante la temporada recién concluida.

Popovich finalmente logró desplazarse para tratar de limar asperezas y conducir la maltrecha relación entre el equipo y su jugador franquicia. A tenor de los publicado, la reunión no fue como en San Antonio esperaban. La intención de Kawhi, quien podría firmar este verano una extensión por 219 millones de dólares y 5 años con los texanos, no ha cambiado. Quiere ser traspasado. Su destino soñado, Los Ángeles, con preferencia por los Lakers sobre los Clippers. 

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Según las fuentes de los citados periodistas, los Spurs no están por la labor de facilitarle su salida a los de púrpura y oro. Así que cualquier otro equipo que muestre interés por conseguir este año su traspaso tendrá que afrontar la amenaza vertida por el propio jugador a su círculo más íntimo. En 2019, cuando sea agente libre, se marchará a la ciudad californiana. Una circunstancia que puede complicar cualquier acuerdo que ahora cierren en San Antonio al disminuir el valor de Leonard si en un año visto se marchará a los Lakers o a los Clippers. La relación entre ambas partes continúa enquistada y cada vez resulta más complicado que logren reconducirla.