Los Celtics llegaron a Cleveland el pasado viernes soñando con sus primeras Finales desde 2010. Un sueño legítimo que se ha complicado tras dos malos partidos en The Q que han permitido a los Cavaliers poner el 2-2 en la final del Este. Dos noches aciagas en las que no han tenido ninguna opción real de victoria y en la que únicamente han llegado a ir por delante en el marcador durante un minuto y 13 segundos al inicio del Game 4. Dos derrotas que les obligan a regresar a Ohio para disputar un sexto asalto en la madrugada española del viernes 25 al sábado 26.

La buena noticia para los de Brad Stevens es que el próximo envite, el quinto, lo jugarán ante su público en un Garden que también albergaría el hipotético y decisivo séptimo partido. Una carta que podría tener su peso dado el magnífico currículum que los verdes presentan en Boston en estos playoffs 2018: nueve victorias y cero derrotas. Un inmaculado balance que contrasta con su rendimiento balance fuera de casa: 1-6. El único partido ganado on the road se sacó en la prórroga del tercer duelo de las semifinales ante los Sixers con la inestimable colaboración de la pizarra de Stevens.

Invictos en el Garden

Un equipo bipolar. Intratables en su pista y vulnerables fuera de ella. Los números no engañan. En casa registran 108,9 puntos a favor y encajan 97,6. 11,2 puntos a favor. El tercer mejor +/- de la postemporada 2018 tras los Warriors y Bucks, el equipo al que se enfrentaron en la primera ronda y que ganó los tres partidos disputados en Milwaukee. Controlan el rebote, asisten, roban y cuidan el balón más que el rival. Las estadísticas avanzadas dicen que los Celtics presentan como locales el cuarto mejor ratio ofensivo (111,9 puntos por cada 100 posesiones) y el quinto mejor ratio defensivo (101,1). Números que honran a la perfección la máxima de contar con el factor cancha a favor en las eliminatorias.

Se diluyen 'en la carretera'

Hasta el momento el guion es idéntico al de la ronda inaugural ante los Bucks. Llegamos al Game 5 con la serie empatada tras golpear primero y en dos ocasiones los Celtics. Después de pasar por encima de los subcampeones en Boston, Terry Rozier comentó tras el sopapo que recibieron el tercero que necesitaban algo así "para volver a la realidad". Sin embargo, da la sensación que no se aplicaron el cuento. Al término del primer cuarto estaban 16 abajo (34-18). Mejoraron en la segunda parte, pero no se puede fiar todo a otra milagrosa remontada cuando tu defensa ha hecho aguas en los 24 primeros minutos.

En los actos inaugurales de los encuentros que han actuado como visitantes presentan un 30,6% en los tiros de campo y un net rating de -29,9 puntos por cada 100 posesiones: un ratio defensivo de 106,8 puntos y uno ofensivo de 76,9. Muy flojos comienzos que dificultan demasiado la tarea. Una insalvable cuesta arriba. Sólo cuatro equipos que se fueron a casa a las primeras de cambio (Spurs, Blazers, Thunder y Wizards) presentan peor rendimiento 'en la carretera' que el net rating de -11,6 tantos cada 100 posesiones. Encajan mucho más de lo que producen y son peores en los rebotes, asistencias, robos y porcentajes de acierto.

Una montaña rusa que asciende con determinación cae en picado. Así están siendo los playoffs 2018 de los Boston Celtics, un equipo con dos caras según donde juegue.