Hervelle no tiene pensado dejar el  baloncesto, al menos no ha madurado la idea de irse en compañía de su compañero de fatigas Mumbrú. Se deshace una de las sociedades más duraderas que ha dado el mundo de la canasta. Su amistad se remonta a los tiempos del Madrid, cuando Maljkovic descubrió al guerrero belga. Al ser cuestionado por la honda preocupación que tienen ambos ante la posibilidad de que el excampeón del mundo se retire en un año descenso de su club, el Bilbao Basket, soltó un par de frases que hacían interpretar que el belga también colgaba la camiseta, pero únicamente se refiere a su compañero: "Por eso es tan duro estar en una situación como esta. Ningún jugador desea acabar así y por eso estamos más interesados en que tenga un final feliz". El equipo ha caído hoy a la penúltima plaza, que conduce de forma irremisible a la LEB tras la victoria en Murcia del Joventut, sí, el conjunto de ese entrenador que cesaron en Miribilla. Y el pívot belga continuó en Radio Euskadi en tono casi lúgubre: "Si no mejoramos no merecemos estar en ACB. Nos sentimos mal por nuestra afición, hay mucha gente detrás nuestro y nos sentimos muy mal". Su carrera pende de un hilo, hablamos del segundo jugador nacido fuera de España con más partidos en la ACB: 468, a poca distancia de un Savané (485) que podría seguir su mismo camino ya que juega poco en el Estudiantes y este año llega a los 40. Hace tiempo que ambos dejaron atrás a dos leyendas como Prigioni (458) y Hopkins (456). Axel aterrizó en Bilbao en enero de 2010 y ha vivido los subcampeonatos de Liga ACB y Eurocup. El adiós de Mumbrú será sonado, ante el Murcia, aunque cada vez está más en segundo plano por el momento crítico la entidad.

El Bilbao Basket vive el momento más delicado de su historia, una biografía que, ojo, ha recogido hasta una expulsión de la Liga que nadie más ha visto. Económicamente está muy tocado (se ha cobrado una de las tres mensualidades pendientes pero ya se va a incorporar otra y la Diputación demanda más de tres millones por pagos aplazados a Hacienda) y deportivamente nunca había estado tan cerca del abismo. Tal vez en 2006 rozó algo parecido, con el Breogán visitando La Casilla en un pulso con mucho que decir por la permanencia. Pero aquel equipo estaba hecho para esta pelea y tenía más recursos.

"Fue muy dura la derrota ante Andorra porque teníamos controlado el partido. Hay que mejorar ya porque si no sabemos lo que va a pasar. Hay muchas cosas mentales pero también es que no estamos jugando los minutos importantes juntos, cada uno quiere hacer demasiado para ayudar al equipo", expone un Tabu que está defraudando. "Los dos últimos partidos no he estado a mi nivel, tengo que jugar mejor para que haya opciones para ganar", expone el base belga, con el que Mrsic tuvo una charla antes e empezar a entrenar en la sesión de hoy. Salgado, otro de los veteranos encargado de tirar del carro, no quiere avanzar más de la cuenta con lo que se pueda ganar sino ir paso a paso, y sentencia sobre la última jornada: "Firmamos llegar a Burgos con opciones". Para eso hay que ganar al menos otro partido antes. Unicaja, Obradoiro, Baskonia y Murcia, siguientes estaciones.