Es un año feo para los Warriors, un boceto horrendo del equipo prácticamente perfecto de los tres últimos años. Hay dos formas de verlo: para muchos (y sería lo normal), las piezas volverán a estar en su sitio cuando lleguen los playoffs, donde deberían ser otra vez muy favoritos al anillo. Pero cada vez hay más voces a las que todo empieza a olerles a chamusquina: ¿y si es un año de esos en los que no salen las cosas? ¿Y si lo que estamos viendo son síntomas, señales?

Tiempo tendremos para salir de dudas pero lo que es ya seguro al 100% es que por primera vez en la era Kerr los Warriors no tendrán el factor cancha garantizado en todos los playoffs. Yo no pueden ser matemáticamente primeros del Oeste (el honor es para los Rockets) y de hecho ahora mismo tampoco tendría ventaja de pista en una hipotética Final con los Raptors. Si quieren ser una dinastía, no debería ser problema: sucede, y ahí es donde los equipos históricos demuestran por qué lo son. Solo cuatro (dos versiones de los Celtics, los Lakers del Showtime y los Heat de LeBron) han jugador las Finales cuatro años seguidos. Por algo es. Eso sí: en estos tres anteriores, doce eliminatorias en total, los Warriors siempre han ganado al menos un partido a domicilio.

Así que su preocupación no es esa sino recomponerse. Están en 54-21, algo insólito para un equipo con 39 derrotas totales en 2014 y 2017 (15, 9 y 15). Ya han perdido seis partidos en el Oracle después de las cinco derrotas de la temporada pasada y las cuatro de las dos anteriores… juntas. El cansancio mental de otra Regular Season cuando el objetivo está mucho más al fondo es obvio. Que las lesiones les han arrasado, también. Y que la concentración está bajo mínimos y los nervios demasiado excitados es indudable. Kevin Durant regresaba después de una ausencia de seis partidos y fue expulsado antes del descanso por protestar de forma grotesca lo que aseguró que fueron (parecieron, aunque poco importa) dos faltas de Antetokounmpo en la misma jugada. Durant debería haber vivido de forma especialmente feliz esta temporada, después de su redención y ascenso a los cielos en las últimas Finales. En lugar de eso, suma 14 técnicas (a dos de la suspensión) y 5 expulsión. En los últimos 25 años, solo Rasheed Wallace tiene más (siete dos veces: 1999-00 y 2000-01). En toda su carrera, KD solo había sido expulsado dos veces, una en el último lustro y ninguna la pasada campaña. Difícil de entender.

Draymond Green también volvió y puede que mañana regrese Klay Thompson, con la idea de recuperar sensaciones de cara a playoffs. Stephen Curry sigue con su recuperación y así, con quintetos irreconocibles, apilan derrotas (tres seguidas, siete en diez partidos) a un ritmo inaudito los Warriors. Los Bucks les ganaron (107-116) con absoluta comodidad tras el descanso y ya sin Durant (72-92 al final del tercer cuarto). Antes, y por enésima vez, las pérdidas (14 en los dos primeros cuartos) habían lastrado a unos Warriors que estaban tirando bien… pero que habían lanzado diez veces menos por culpa de esas concesiones que desesperan a un Kerr que por ahora no encuentra soluciones. Veremos en 20 días, cuando empiece lo verdaderamente importante.

Para colmo, Iguodala se dio un golpe en la rodilla y también tuvo que dejar el partido. Y los Warriors perdieron con la única buena noticia, otra vez, de otro partidazo de Quinn Cook (30 puntos, 5/5 en triples), que con la baja de Curry va a ser necesario en playoffs así que obligará a la franquicia a tomar decisiones sobre su roster final. Uno en el que ha fallado la integración de Nick Young, cuya falta de consistencia no ha cambiado dentro de la cultura de uno de los grandes equipos de siempre.

Los Bucks aprovecharon tanta concesión para no regalar terreno a los Pistons (40-35, cinco partidos de gigantesca ventaja) y mirar de cerca a Heat y Wizards. Tienen el sexto puesto a un partido aunque está por ver si eso implica enfrentarse en primera ronda a los Cavs del LeBron formato playoffs. Antetokounmpo dominó el partido (32+4+5, 14/18 en tiros) aunque se hizo daño en un tobillo (y esta noche, ante los Lakers en back to back). Y le acompañaron Middleton (23 puntos), Bledsoe (20 con 6 asistencias) y Jabari Parker (14+7 rebotes). Los Bucks deberían ser mejores de lo que han sido durante la temporada. Si dieran ese paso, poco querrían tenerles enfrente en los playoffs del Este. Pero se les acaba el tiempo…