Los Jazz se están metiendo en problemas después de unas cuantas zancadas que parecían decisivas en su pelea por estar en los playoffs del Oeste. La derrota en su pista ante los Celtics resulta injustificable si a las bajas conocidas de Hayward, Irving, Theis y Smart se suman las de Horford y Morris. Y si se considera que el resultado era 94-88 a dos minutos y medio del final. Pero los Celtics, como han hecho mil veces esta temporada, siguieron llamando a la puerta hasta que la derribaron: cuatro puntos de Monroe, un mate de Tatum… y un triple frontal a una décima del final de Jaylen Brown. 0-9 de parcial y victoria.

Los Jazz, que se habían enredado en los últimos ataques con unas cuantas malas decisiones de Donovan Mitchell, no sacaron ningún tiro más y quedan en 42-33, con solo una victoria más que los Clippers (41-34) y dos más que los Nuggets. Sin margen de error. Si finalmente se quedan fuera de los playoffs, se acordarán de derrotas como esta… o como la de la semana pasada, también en su pista, ante Atlanta Hawks. Les quedan siete partidos, con luces (doble duelo contra los Lakers, un partido contra los Grizzlies) y algunos duelos clave ante Blazers, Warriors y, sobre todo, Timberwolves y Clippers. Duelos directos.

Ricky Rubio terminó con 14 puntos, 10 asistencias y 8 rebotes y Mitchell con 22 puntos, 6 asistencias… y 4 pérdidas. Pero los Jazz cayeron derrotados de forma incomprensible ante un rival muy limitado en su rotación pero que está rindiendo a tan buen nivel en la adversidad que está convirtiendo a su entrenador, Brad Stevens, en candidato a Entrenador del Año: cinco victorias seguidas, todas contra equipos del Oeste y cuatro fuera de casa (incluidas visitas Portland y Utah). Brown, además del triple decisivo, acabó con 21 puntos y 5 rebotes. Tatum anotó 16 puntos, Roizer y Baynes 13 por barba… Cuesta imaginar cómo y dónde estarían estos Celtics si no se les hubieran acumulado tantas desgracias en forma de lesiones.