Dwight Howard: 32 años y ya unos cuantos relegado a la intrascendencia en una NBA que hace poco más de una década se rendía a sus pies. Problemas de espalda, pérdida de explosividad física, malos resultados colectivos, titulares fuera de las pistas… Sea como sea, ya no es The Beast in the East y a duras penas sigue siendo Daily Double: promedia 16,3 puntos y 12 rebotes. Y lo cierto es que ha jugado tramos de muy buen baloncesto en una temporada en la que no se ha reivindicado en Charlotte porque los Hornets han dado un petardazo tremendo cuando parecía armados para, al menos, pelear por los playoffs hasta las últimas consecuencias. Howard es cuarto en dobles-dobles (43), a la altura de Anthony Davis y LeBron James y solo por detrás de Russell Westbrook, Andre Drummond y un Karl-Anthony Towns que lleva 60 en 72 partidos.

Ante los Nets, con mucha nieve en Nueva York, Howard dejó una actuación que puso en los libros de estadística un partido absolutamente irrelevante: en 34 minutos, 32 puntos y 30 rebotes. Después dijo que un amigo le había escrito en el descanso para decirle que no le gustaba lo que estaba viendo. Su equipo estaba siendo barrido (62-43) por unos Nets que a partir de ahí no pudieron contener al pívot, que firmó el primer 30+30 desde Kevin Love en 2010 (31+31 a los Knicks) y el segundo desde Moses Malone (38+32) en 1982. En total, Wilt Chamberlain llegó a esa cifra 124 veces y todo el resto de jugadores de la historia, solo 32.

Kemba Walker acompañó con 10 puntos en el último cuarto (24 totales) y Willy Hernangómez volvió a tener minutos: 14 con 5 puntos y 7 rebotes. En los Nets, 19 puntos de D’Angelo Russell y 38 desde el banquillo de Harris, Dinwiddie y LeVert.