EUROLIGA | MILÁN 89 - VALENCIA 93

El Valencia cierra una buena semana: triunfo en Milán

Los de Txus Vidorreta no se jugaban nada (tampoco el Armani), pero el equipo taronja sumó su undécima victoria en la Euroliga.

0

El Valencia Basket logró este jueves volver a mostrar una versión competitiva pese a no jugarse nada y ganó en la pista del Armani Milán en un encuentro en el que perdió a Van Rossom, que sufrió un golpe en la zona en la que hace apenas dos meses sufrió una triple fractura de vértebras y ya no volvió a jugar.

El encuentro arrancó con un ágil intercambio de canastas en el que, pese a los puntos de Rafa Martínez y Dubljevic, el Milan se hizo con la iniciativa guiado por la verticalidad de Cinciarini y por la movilidad de Kuzminskas.

La entrada de Sergi García hizo zozobrar unos minutos pero el balear consiguió hacerse finalmente con el timón del equipo aunque con algunas irregularidades. Eso sí, fue la entrada de Sam Van Rossom la que hizo crecer al conjunto español.

Los tres triples del belga y su ascendencia en el juego colectivo permitieron que el Valencia se llegara a poner por delante en el marcador. Los tiros de Bertans mantuvieron al Milán en los peores minutos y la calidad de Micov le permitió darle la vuelta al choque con los puntos de Gudaitis cerca del aro (43-40, m.20).

Liderado de nuevo por Van Rossom el Valencia regresó sólido a la pista y eso le permitió ponerse de nuevo por delante pero, a diferencia de la primera parte, el descanso del belga no supuso un lastre y entre Abalde y Sastre consiguieron llevar al Valencia a su máxima renta (51-56, m.25).

Micov rescató a los locales con sus triples. Anotó seis de sus primeros siete lanzamientos y bombardeó la defensa del conjunto valenciano al que le costó seguir su ritmo pero lo logró con triples de Doornekamp, San Emeterio y de Green, que cerró el tercer cuarto sobre la bocina (65-68, m.30).

Pese a tener a Van Rossom fuera de combate tras darse un golpe en la espalda que le llevó directamente al vestuario, el Valencia, con hambre pese a no jugarse nada, abrió una pequeña brecha en el marcador alimentando cerca del aro a Tibor Pleiss (72-81, m.33).

El despertar anotador de Jerrells, casi inédito hasta el final, mantuvo vivas las opciones de los locales a base de triples (84-87, m.37). Pero cuando a falta de treinta segundos el estadounidense tenía la bola para poner por delante a su equipo se la botó en el pie y Abalde sentenció el choque desde la línea de tiros libres y gracias también a dos rebotes de Doornekamp.