Entiendo perfectamente a Alvin Gentry, James Harden es capaz de desquiciar a cualquiera. La Barba, que no estaba jugando ni de lejos uno de sus mejores partidos de la temporada (conformándose con el triple tras paso atrás más de la cuenta y fallando bastante), decidió el partido en los minutos finales con varias canastas impresionantes, pero no sin antes tirar de su habitual ingenio para sacarle tres tiros libres a Jrue Holiday. Tres tiros libres que encendieron a la grada (abuchearon a Harden durante gran parte del encuentro) y provocaron la explosión de Gentry. El técnico acabó la noche con una técnica (cuatro libres para Harden...) y una multa de la NBA en camino por criticar abiertamente el arbitraje tras el partido.

"Me quedo con la maldita multa que me vais a mandar mañana. No hay problema. Pero estoy harto [...]. Todo lo que queremos es igualdad de oportunidades para ganar el partido. Y que no queramos suponer/adivinar lo que ha pasado en la jugada más importante del partido, cuando pitan falta en el triple de la esquina. Echad todos un vistazo a la jugada y si alguien cree que es falta, que me lo diga y me callo. No diré nada más. Echad un vistazo a la jugada y decidme lo que pensáis cuando un tipo viene, guiña un año y dice: le he pillado". Palabras de un Alvin Gentry encendido tras una derrota que deja muy tocado a su equipo (39-30, octavos en el oeste). Sobre todo teniendo en cuenta que esta noche reciben a los Celtics y que la semana que viene tienen que jugar tres partidos en tres noches (uno aplazado: cinco en seis noches) antes de viajar a Houston el domingo para volver a medir fuerzas con el MVP...

La jugada a la que se refiere Gentry es habitual en el juego de James Harden. Empieza la mecánica de tiro, busca el contacto con el brazo del rival para sacar los tres libres y casi siempre lo encuentra (en esta ocasión también). Siempre tontea con los límites del reglamento y aprovecha cualquier resquicio para, con talento y un físico imparable en el uno contra uno, sacar ventajas que no existen. Hablamos de uno de los jugadores más inteligentes de la competición y también de uno de los más odiados. Como decía, saca de quicio a cualquiera.

Más allá de la polémica, La Barba cerró después el encuentro a su manera y acabó con 32 puntos, 11 rebotes y ocho asistencias. Porque puede. Porque ahora mismo no hay quien le pare. Y además contó con un buen capote de Chris Paul (21+8+5+3, matador desde la media distancia), lo de siempre de Capela (13+11 y tres tapones) y los siete triples que clavaron entre Ariza y Tucker.

Los Pelicans respondieron una y otra vez. Con tramos maravillosos de Anthony Davis (uno en el primer cuarto y otro en el último, acabó con 26 puntos), el nivelón de Jrue Holiday, el momento Diallo (¡imitó el gesto de Harden tras un tapón!) y hasta 30 puntos de la pareja Clark-Miller. Pero para batir a estos Rockets necesitas bastante más que un buen partido. Necesitas ayuda. Ayuda de un rival que si no falla mucho (mucho) más de la cuenta te empuja hasta el final... Van 55 triunfos, han ganado 21 de los últimos 22, 28 de los últimos 31 y 37 de los 39 que han disputado Chris Paul, Capela y Harden. Que siga la fiesta.