Puede que no esté Cousins, pero estos Pelicans (33-26 de balance) no bajan los brazos. Prueba de ello es lo sucedido este domingo en Milwaukee ante unos Bucks que, precisamente, ostentan el mismo récord y posición en la otra Conferencia. Remontaron 18 puntos de desventaja en el tercer cuarto para apuntarse, con algo de suspense, su quinto triunfo consecutivo en la prórroga. Es la mejor racha desde que Alvin Gentry dirige a la franquicia. No ganaban tantos partidos seguidos desde hace justo tres años. Un buen momento que, momentáneamente, les permite subir una plaza en la clasificación del Oeste tras adelantar a unos Thunder que pasan ahora a ocupar la octava plaza. Apasionante batalla la que se viene en el Oeste.

Tras imponerse —también en la prórroga— en Toronto el viernes, los ciervos no pudieron repetir éxito. Giannis Antetokounmpo, desafortunado de cara al aro a lo largo de todo el día (6/18 en tiros) no anotó en la última posesión. Un regalo previo de Rajon Rondo, que, precisamente, se había vestido antes de héroe con una penetración y triple a tablero instantes antes. El balón le acabó llegando a Jason Terry, quien convirtió el triple... ya fuera de tiempo.

Jrue Holiday (36+9+6) fue el mejor en los de Nueva Orleans, bien secundado por un Anthony Davis (27+13) que se quedó sin anotar en un tiempo extra que pudo haber evitado Nikola Mirotic (14 tantos y 7 rebotes en 37 minutos y una importante acción defensiva sobre Middleton en los instantes decisivos). Casi mejor así, porque los pelícanos están 7-2 esta campaña en partidos con prórroga tras haberse impuesto en las seis últimas.