WARRIORS 134 - CLIPPERS 127

El mago Curry (44+6+10) acaba con unos muy buenos Clippers

Pese a llegar a ir 18 abajo, los angelinos llegaron a ponerse a 2 puntos (120-118) a 2 minutos del final. Dos triples de Stephen sentenciaron el duelo.

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A principios de enero los Clippers acabaron con una racha de 12 derrotas consecutivas ante su bestia negra: los Warriors. Esta madrugada estuvieron cerca de repetir éxito y poner así el 2-2 en la serie entre ambos equipos esta temporada. No fue así porque en Golden State juega un mago de nombre Stephen y de apellido Curry. El base inclinó la balanza (134-127) gracias a una sobresaliente actuación (44 puntos, 6 rebotes, 10 asistencias, un par de robos y un 14/19 en tiros de campo con un 8/11 en triples y un perfecto 8/8 desde la personal en 37 minutos) y a una fabulosa segunda mitad (29 puntos y 5 asistencias). La mejor forma posible de encarar el tramo decisivo de la temporada. Ese en el que, se supone, los Warriors deben exhibir su mejor versión.

De momento siguen yendo a trompicones. Con el duelo controlado (46-28), los de La Bahía no fueron capaces de asestar el golpe definitivo. Se mantuvieron siempre por encima de los 10 puntos, pero sin matar al rival. Haciendo la goma, los Clippers se soltaron y llegaron a meter el susto en el cuerpo (120-118) a poco más de dos minutos para la conclusión. Después de endosarles 50 puntos hace mes y medio, Lou Williams (21 y 12 asistencias) estuvo cerca de volver a ejercer de verdugo de los campeones con un muy serio último acto en el que anotó canastas inverosímiles. Aunque para inverosímil, lo de Curry. El base clavó dos triples consecutivos que dieron tranquilidad. Lou y Tobias Harris (los mejores en los angelinos junto a DeAndre Jordan: 16/14 y un inmaculado 6/6 desde el tiro libre para el pívot) se resistieron a bajar los brazos. Pero una última asistencia de Steph para el triple de Durant desde la esquina sentenció.   

Splash Brothers

Si Curry fue el encargado de ejecutar a los de Doc Rivers (quienes con un 30-27 de balance están ahora justo a un partido de distancia de los Pelicans, octavos del Oeste), su hermano Klay Thompson fue el que puso tierra de por medio en la noche en la que alcanzó los 10.000 puntos. Sólo falló un triple al descanso para marcharse al intermedio con 17 tantos y un 7/8 en tiros en su cuenta. Tras la reanudación, pasó el testigo a la otra mitad de los Splash Brothers para que este firmase su enésimo show.