¿Ha dormido bien después del partidazo que se marcó ante el Unicaja?

Lo disfruté mucho, pero ya hay que pasar página. El Iberostar Tenerife ya nos demanda que estemos física y mentalmente al cien por cien. Hay que tener la cabeza ahí.

Desde fuera da la sensación que para ganar al Madrid hay que tumbarle.

Tenemos mucha confianza, nunca nos damos por vencidos, hay actitud, intensidad, corazón, coraje… Todas esas virtudes salen en cada partido, y ante el Unicaja no dimos nunca por perdido el duelo pese a la amplia desventaja a falta de pocos minutos (70-77, minuto 36).

Hace tres años ganó la Copa en Gran Canaria, pero participó muy poco. El jueves fue el hombre clave, ¿cómo ha vivido ese cambio?

Entonces también lo disfruté, traté de ayudar a mi equipo aunque fuera desde el banco con mi apoyo. Este año es diferente, otra responsabilidad y otra presión… He trabajado mucho para mejorar. Me vinieron muy bien los dos años en Murcia, demostré que puedo aportar y estar a la altura de la competición. También he trabajado mucho este verano para llegar al Madrid de la mejor manera.

El pasado fin de semana se midieron al Iberostar en la Liga y esta sábado se cruzan en la semifinal, ¿qué le parece el equipo tinerfeño?

Es un equipo con una de las mejoras defensas, muy completo y con un gran entrenador (Katsikaris, con el que coincidió en Murcia) que le hace jugar muy bien. Los jugadores entienden muy bien su mensaje y eso los hace muy peligrosos. No será el mismo partido que disputamos en Madrid.

¿Siente que se va convirtiendo en referente del equipo para los compañeros?

No, el jueves me tocó a mí, pero creo que estamos siendo muy inteligentes y buscamos siempre al jugador que mejor está sobre la pista en los momentos críticos. En lo personal, como juego en la posición de base soy como el entrenador dentro de la cancha, el mensajero de Pablo Laso. Aporto ese granito de arena, pero somos solidarios y en los momentos críticos le damos el balón al jugador que está más caliente.

¿Cree que cuando el Madrid no se remanga atrás es mucho más fácil de batir?

Se ganan muchos partidos con coraje y corazón, pero también jugando bien al baloncesto. Y creo que ante el Unicaja logramos mezclar en algunas fases las dos cosas. Lo que no se negocia nunca es la intensidad ni la actitud. Eso nos va a dar buenos tiros, más concentración y mejor juego.