La supervivencia de la Penya, equipo con casi 90 años de historia, corre serio peligro ante la falta de liquidez para cumplir pagos y solventar su deuda. El consejo de administración del Club Joventut de Badalona acordó ayer esperar a la decisión del patronato de la Fundación Badalona Capital Europea del Básquet antes de convocar una junta de accionista, en la que podría solicitar la liquidación de la entidad.

El detonante de la situación ha sido el incumplimiento de los acuerdos por parte del Ayuntamiento de la ciudad, que en marzo del año pasado firmaron la alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater, y el entonces presidente, Jordi Villacampa. Con aquella firma se anunció que la ciudad adquiría por 2,3 millones de euros unos terrenos situados en la zona conocida como el Mas-Ram. Posteriormente, los técnicos municipales frenaron la operación por considerar que los terrenos no eran útiles.

Además, se firmó un contrato de patrocinio que servía para cancelar la deuda de 1,9 millones por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del pabellón. A día de hoy, no se ha cumplido ninguno de los dos y el Ayuntamiento decidió dejar sin validez todos esos acuerdos y no realizar ninguno de los pagos acordados.

Ayer mismo, desde el consistorio, se anunció que el Joventut empezaría a cobrar el patrocinio si justificaba 900.000 euros de subvenciones de 2014 y 2015 para el mantenimiento del Olímpic.
Tras el fiasco de los terrenos de Mas-Ram, Sabater realizó una propuesta para elevar el contrato de patrocinio a 4,8 millones en cuatro temporadas (1,2 millones al año). Tampoco se ejecutó. El fondo de la cuestión está en el bloqueo de las cuentas del patronato, y de cuyos fondos salen las subvenciones para el Joventut y otros clubes de la ciudad. El Ayuntamiento quiere que se sigan investigando las presuntas irregularidades de las subvenciones al club durante el mandato de García Albiol.