La NBA no se detiene. Horas después del cierre de mercado, los Celtics visitaron Washington por primera vez este curso. Un duelo intenso por lo vivido en los últimos intensos por ambos equipos. Kyrie Irving (28+5+6 en 33 minutos) y Jaylen Brown (18+4+3) decidieron en la prórroga (104-110) para dar el triunfo número 40 de la temporada a Boston (manteniéndose así en el liderato del Este ante unos Raptors que no frenan el ritmo) y vengarse así de la derrota sufrida en casa el día de Navidad (acuérdense, con felicitación especial de John Wall al Garden). Como consecuencia de la artroscopia en la rodilla izquierda a la que recientemente ha sido sometido, el base se perdió el partido. Lo que no significa que no hubiera emoción. Todo lo contrario. Washington logró remontar 10 puntos de ventaja en tres minutos (pasamos del 78-88 a falta de cinco al 92-91 a 120 segundos para la conclusión) para llegar a acariciar el triunfo. 

No fue así porque Bradley Beal evidenció su mala noche en el lanzamiento (7/27) errando sobre la bocina el tiro que pudo haber evitado el tiempo extra. Kyrie fue el encargado de poner el empate a 98 en el marcador en la anterior posesión con tres tiros libres al sacarle una personal a Markieff Morris que cerró una serie de faltas discutibles en los últimos compases. "De ninguna manera fue falta. El árbitro estaba detrás de mí. No sé cómo pudo ver que toqué su brazo. Si llego a haberlo hecho, no hubiese podido lanzar", protetstó el ala-pívot. "No quiero entrar en si fue falta o no. No quiero que me multen", añadió Irving. Cómo no, la polémica en un Wizards-Celtics no podía faltar. 

Otro que sugirió que el arbitraje jugó tuvo su peso en el resultado final fue Beal. El escolta no pudo entender cómo pudo concluir lanzando apenas un tiro libre (en el global, los Celtics lanzaron 14 más que su rival: 20-34). "Es de locos. Fui tan agresivo como el resto de jugadores. Mis compañeros también. A veces no obtenemos la recompensa a ello", argumentó.

Al margen de ello, hay que resaltar el debut de Greg Monroe en los de Stevens. En casi 20 minutos, el pívot logró 5 tantos, 6 rechaces y un +9 para su nuevo equipo. A pesar de ello, los locales lograron dominar el rebote (52-45). Faceta en la que destacó Otto Porter Jr (27+11). A pesar de su desaparición en la prórroga, el alero fue el mejor en los de Brooks junto al checo Tomas Satorasnky. En la línea de las últimas semanas, el ex del Barcelona cuajó una muy completa actuación. Pero no encontró el premio de la victoria porque el factor Marcus Morris (15 importantes puntos desde el banquillo para ganarle el duelo a su hermano gemelo) y la aparición final estelar de Irving y Brown inclinaron la balanza del lado de los Celtics. Esta misma noche, nueva prueba para ellos. Regresan a Boston. Los Pacers esperan.