Unicaja perdió de manera incomprensible un partido que ganaba con solvencia y con un 60-66 a los 38 minutos. Dos minutos horribles, tres ataques desperdiciados y una canasta sobre la bocina de Anthony Gill sellaron una derrota tan inesperada como dolorosa. Unicaja tiene casi imposible clasificarse entre los ocho primeros de esta Euroliga. Loa rusos solo estuvieron dos veces por delante en el marcador, a los 25 minutos y a los 40. Tremendo.

Unicaja comenzó con autoridad (0-5). Sin Nedovic ni Jeff Brooks, ambos con lesiones de tobillo, el equipo de Joan Plaza comenzó dirigido por McCallum y Augustine ayudando como ‘4’. La poca efectividad exterior fue tremenda en primeros 10 minutos que se cerraron con 9-11. Todos los puntos del Khimki fueron anotados por su tirador estrella Shved, el máximo anotador de la Euroliga y que jamás se lo piensa a la hora de lanzar.

El segundo acto ofreció un nuevo parcial de 0-5 amortiguado por Jenkins. Unicaja mantuvo su autoridad bajo tableros pero los rusos seguían viviendo de la puntería de su cañonero. El Khimki obtuvo su primera ventaja a los 15 minutos (21-20). Entonces salió Soluade con la consigna de ser ‘un Nedovic’. Triple del británico (21-23). A pesar de los 17 puntos del señor Shved, Unicaja alcanzó el descanso con un interesante 31-39 gracias a un triple de Milosavjlevic, un jugador necesitado de un gran partido para sentirse de verdad importante.

El tercer cuarto ofrecía un 5-0 de parcial (36-39) que amenazaba a desplome inoportuno. Unicaja aguantaba el chaparrón. Entre Salin y Milosavjlevic tenían que estar pendientes del bestial Shved y hacer también de Nedovic 38-45 a los 25 minutos. Tiempo muerto de Bartzokas, el que fuera entrenador del Barcelona, porque no veía las cosas claras. Gran triple de Salin y canastón de McCallun (42-52 min.26). El Khimki se puso el mono de trabajo y apretó el marcador hasta el 49-55 con el que se alcanzó el minuto 30. Llegaba la recta decisiva.

Los rusos se vinieron arriba en el momento más inoportuno para Unicaja (55-55). Desde el 42-52 el parcial era de 13-3. Cinco minutos sin anotar, plagados de pérdidas y lagunas defensivas. En poco tiempo se estropeaba un partido que parecía controlado. Llegaba el momento de asumir decisiones. Augustine recobraba galones y Shved había perdido su olfato (57-63 min. 36). Los porcentajes en tiro de los rusos eran horrendos. 16/26 en tiros de 2 y 4/30 en triples. No es que Unicaja lo hiciera de maravilla pero aparentaba ser más rocoso. Shved reapareció (60-63) pero tuvo enorme réplica en Waczynski (60-66 min. 38). Pero el polaco pierde un balón en ataque de lo más inoportuno (64-66 min. 39). Nueva pérdida, ahora de McCallum (66-66). Ataque fallado. El tercero seguido. Un palmeo bajo tableros de Gill en el último segundo mató a Unicaja. Final 68-66. El Top-8 se le pone cuesta arriba al equipo de Plaza. Los rusos ni se pueden creer que hayan ganado.