CAVALIERS 121 - PISTONS 104

Los Cavs mejoran con Isaiah y LeBron jugando por separado

El cambio en las rotaciones anunciado por Lue, decisivo ante unos Pistons en caída libre. Thomas, en blanco todo el último cuarto. 25+8+14 para LeBron.

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Por primera vez desde el 21 de diciembre los Cavaliers han logrado enlazar dos victorias seguidas. No han sido actuaciones para tirar cohetes las firmadas ante los Pacers el viernes y anoche ante los Pistons (121-104), pero al menos han dado algo de aire a un equipo en constante convulsión desde las pasadas Finales. "Por consistencia, este es uno de los mejores partidos que hemos jugado últimamente. En cada noche noche tenemos que construir algo", valoró positivamente un LeBron James que rozó el triple-doble con 25 puntos (8/15 en tiros), 8 rebotes y 14 asistencias en 38 minutos de acción (+18 para los suyos en ellos). 

El cuatro veces MVP llevó la voz cantante durante un último cuarto en el que se apreció con claridad el cambio en las rotaciones urdido en los últimos días por Ty Lue con el objetivo de enderezar el rumbo antes de que sea demasiado tarde. Durante casi la totalidad del periodo decisivo, los Cavs presentaron un quinteto formado por cuatro reservas (Green, Korver, Crowder y Frye) y LeBron. Sin alardes, pero los subcampeones jugaron su mejor baloncesto entonces. La entrada de JR Smith, clave con sus triples (4/7 para un total de 15), cerró el 31-17 del último acto. Mejoró la circulación de balón y algo (que a en estos instantes ya es decir mucho) una defensa que continúa mostrando unas muy feas costuras. 

Así es, el señalado Isaiah Thomas (14 y 7 asistencias con un 5/12 en el lanzamiento) no disputó un solo segundo a lo largo de los 12 últimos minutos. "No lo sé. ¿Qué quieres que diga? Estoy contento porque ganamos", se limitó a decir al ser cuestionado por esta decisión. Isaiah venía de completar sus mejores minutos del encuentro en el cierre del tercer cuarto, saldado con un 10-2 de parcial que salvó los muebles de un equipo incapaz de despegarse en el marcador ante unos Pistons que, sin Reggie Jackson, continúan con su particular descenso a los infiernos: ya van ocho encuentros consecutivos sin ganar. Con LeBron en el banquillo los últimos 5 minutos del tercer envite, Isaiah asumió galones en el ataque local. Ocupando el rol de primera espada, recordó al base atrevido y resolutivo de los Celtics. Aunque eso sí, atrás las concesiones al equipo rival se sucedían una tras otra. Y no sólo hay que culpar de ello a Isaiah. Más bien al bloque en general.

Queda mucho trabajo por delante en Cleveland, pero ante los Pistons refrendamos lo que ya intuíamos. Los Cavs están funcionando mejor con LeBron y Thomas sin molestarse en el ataque. "Hemos hablado sobre este tipo de ajustes, los cuales considero que son necesarios. Mis minutos en cancha no deben coincidir siempre con los de LeBron. Hay que sacar partido de nuestros puntos fuertes. Ocurre lo mismo con Chris Paul y James Harden, no siempre juegan juntos en los Rockets", terció el base.