Después de un par de semanas con toda la tropa en perfecto estado de revisión, Mrsic se ha encontrado con una nueva zancadilla. Gladness sufrió ayer una lesión muscular grado II del músculo bíceps femoral de la pierna izquierda. El plazo de baja dependerá de la evolución de la lesión. Podría estar un mes fuera de combate. Pero no se pone la venda antes de prever una herida el técnico croata. Al fin y al cabo, tampoco es que el cinco atravesara un momento dulce y peor era no tener al base titular, Tabu. Claro que en el próximo partido, en la defensa sobre Pustovyi (Obradoiro), el máximo taponador de la Liga (2,2) el Bilbao Basket se queda muy escaso de centímetros. Se echará mano de Vucetic y del delicioso desorden de Thomas. 

El RETAbet lleva tres victorias seguidas en casa y parece que se lo ha creído demasiado. Por eso Mrsic paró ayer el entrenamiento, con la gente poco menos que silbando, y les recordó: "Aún no hemos hecho nada". "Debemos salir muy fuertes desde el primer minuto, meter una energía muy buena, que vean que no es un día para romper su mala racha", sostiene el preparador balcánico, en alusión al 0-7 abierto que acumula el Obra. "Por ganar tres partidos seguidos aquí no hay que relajarse, en cada entrenamiento podemos mejorar, aún hay que tener más atención cuando las cosas van bien. Al Joventut se ganó fácil, pero siempre, hasta el Madrid, que tiene estrellas ", subraya.  

El Bilbao Basket puede acabar con siete victorias la primera vuelta, un saldo más que aceptable, y Mrsic sigue pidiendo ambición en la mirada a la segunda vuelta: "hace cuatro semanas habríamos estado contentos pensando en estas seis victorias y que siete en el ecuador de la Liga estaría bien". Suena a mirar al playoff: "la meta es salvar el puesto en la ACB, pero como jugador antes y ahora como entrenador siempre quiero mucho más, es un objetivo pequeño, espero mejorar cada día nuestro juego". Thomas ha pasado a ser un jugador crucial. El técnico admitió que vino en baja forma física y pensando que iba a tener un papel protagonista, así que le tuvo que resetear. "Aceptó lo que quería de él. Espero mucho más, tiene talento, debe mejorar físicamente y en los conceptos de juego colectivo. estoy muy contento con él". Ha trabajado mucho estos días el poste bajo del Obradoiro, la defensa sobre el caudal ofensivo de Thomas y Bendzius, "pero sabemos lo que hacen mal".