REAL MADRID 75 - BASKONIA 73

Rudy mantiene la racha con una canasta a falta de 2 segundos

El Madrid fue siempre a remolque del Baskonia (64-72), pero reaccionó al final con una defensa zonal y Rudy acertó con el tiro ganador. Los blancos llevan 13 triunfos seguidos.
Fenerbahce - Baskonia: Euroliga 2018

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Quedaban menos de 20 segundos y Thompkins obstaculizó como pudo la acometida de Shengelia. Una, dos veces y le forzó un mal tiro. El Madrid disponía así de una bala para escapar de la prórroga. El balón le llegó a Rudy en la esquina derecha. Fintó el triple y avanzó con un bote para elevarse a cinco metros del aro. Canasta ganadora a dos segundos de la bocina. Rudy está de vuelta y mantiene viva la racha blanca: trece victorias seguidas, siete en la Euroliga para subir como la espuma hasta la tercera plaza. Enfrente, al Baskonia le faltó calma para sentenciar. Mantener unos porcentajes que le daban ganador pese a sus veintiuna pérdidas.

El partido empezó muy feo, aunque mejor para los visitantes que anulaban al rival y ­desactivaban la influencia de Tavares con Voigtmann en pista. En el minuto 8, el marcador reflejaba un pobre 6-12. El Baskonia reboteaba bien y defendía mejor, aunque lidiaba con un lastre, las pérdidas de balón (12 ya al descanso). El Real se pasó medio cuarto a cero, hasta que salió Doncic, que en dos minutos lideró junto a Rudy un parcial de 12-5. Sin Doncic (6-12) y con Doncic (18-17), y siguió con él, pero en su versión crispada. Los árbitros se le atravesaron y su calentura le llevó a un carrusel de pérdidas y de malos tiros hasta que Laso lo mandó al banco: 24-31. Campazzo y Rudy frenaron la sangría e igualaron el combate.

En la reanudación el choque cogió vuelo, un oasis ofensivo dentro de un partido trabado. En ese periodo de mayor libertad el Madrid firmó sus minutos más vistosos. El Facu dividía la zona y abría a los laterales para los triples de Causeur (tres entonces) y para los fallos de Thompkins (1 de 5 en total). Tavares hacía el resto: 7 puntos, 4 rebotes y 13 de valoración en un suspiro. El Baskonia lucía menos, pero solo añadía tres pérdidas y primero aguantaba el tirón y luego lo daba él.

Tavares se sentaba y, a falta de cinco minutos, el Baskonia acariciaba la gloria: 64-72... se le escapó. Una defensa zonal clásica revivió a los blancos pese a no significarse nadie al frente de la nave. Quizá Thompkins, que siempre gasta flema en finales apretados. Parcial de 7-0 y a 1:25 empate a 73. De ahí al final, el Baskonia marró cuatro tiros. Rudy, no.