Cada vez que parece que no puede superarse, Donald Trump alcanza un nuevo techo en su capacidad para generar polémicas y recibir críticas desde todos los rincones del mundo. En un mandato lleno de momentos muy delicados, pocos lo han sido tanto como el actual, consecuencia de sus increíbles (y execrables) palabras durante una reunión para renegociar el programa que concede residencia legal en EE UU a inmigrantes de Haití, El Salvador y los países africanos: “¿Por qué dejamos que todas estas personas de países de mierda vengan aquí?”.

La NBA siempre ha estado en primera línea cuando ha habido que criticar al presidente o concienciar a la población del mal que este puede hacer en la sociedad estadounidense. Gregg Popovich, LeBron James, Steve Kerr… las principales personalidades de la liga no se han mordida la lengua para referirse a Trump y este nuevo incendio no ha sido una excepción. Pero quizá las palabras más simbólicas son las de Masai Ujiri. El general manager de Toronto Raptors, el único no estadounidense que ha sido Ejecutivo del Año (en 2013), nació y creció en Nigeria, así que ha contestado al presidente (cuyas palabras solo han sido celebradas por webs de ideología nazi como The Daily Stormer) en primerísima persona: “Este verano viajé a Kigali, a Nairobi, a Lagos… fue a Kampala, Abidjan, Dakar y Johannesburgo. Y vi grandes ciudades llenas de grandes personas. Visité los campos de refugiados de Dadaab y conocí a familias buenas y llenas de esperanza. Quien crea que esos sitios son lugares de mierda (shitholes, dijo literalmente Trump), que los visite y conozca a quienes viven en ellos. No es justo, no es como se debería ejercer el liderazgo de una nación. ¿Qué mensaje le mandamos a la gente? Dios no pone a nadie en el mismo siempre para siempre, y yo soy un ejemplo más de eso. Si crecí en un lugar de mierda, estoy orgulloso de ese lugar de mierda”.

Ujiri no ha sido ni mucho menos el único que ha cargado contra Trump en el entorno NBA. David West y el legendario Bill Russell, por ejemplo, le han recordado el papel que los esclavos africanos han tenido en la historia de Estados Unidos: